Un hombre del estado de Florida fue liberado después de estar 35 años en la cárcel por un delito que no cometió y que logró probar su inocencia mediante pruebas de ADN.

James Bain fue juzgado y condenado en 1974 a cadena perpetua por el secuestro y violación de un niño de nueve años, pese a que afirmó que el día en que se cometió el delito estaba con su hermana en su casa viendo la televisión.

El juez James Yancey del condado de Polk, en el centro del Estado, le dijo a Bain en una vista judicial que era un hombre libre y podía irse a su casa. "No estoy molesto porque tengo a Dios conmigo", declaró Bain, de 54 años, al salir de la audiencia.

Bain, que tenía 19 años cuando lo encarcelaron, fue condenado, principalmente, por el testimonio del menor, quien declaró que su victimario tenía un bigote y quemaduras en un lado de la cara.

"Nadie puede reemplazar los años que perdió", se lamentó Seth Miller, un abogado de Proyecto Inocencia que ayudó a Bain a solicitar las pruebas de ADN y presentar los resultados ante un juez.

El ex preso solicitó en varias ocasiones que analizaran su ADN y lo compararan con las pruebas del caso, pero sus peticiones fueron desestimadas hasta que este año esa organización se involucró en el caso.

El Proyecto Inocencia ha logrado la libertad de más de 100 personas a través de pruebas de ADN y es una organización que se estableció en 1992 en Nueva York y ahora tiene presencia nacional.