Un hombre de la localidad misionera de Oberá que había sido condenado por abusar sexualmente de una de sus hijas salió de prisión por buena conducta tres años de que cumpliera la pena y ahora volvieron a detenerlo por el mismo delito. La víctima esta vez fue otra de sus hijas, que tiene tres años.

La nena ingresó a la Unidad Sanitaria local con fiebre alta. Tres días después de esa primera consulta volvieron a atenderla porque no mejoraba y entonces, el médico que la revisó, descubrió las lesiones compatibles con un abuso sexual.

Según publica TN, la víctima volvió a su casa con antibióticos y analgésicos, pero su mamá no se animaba a denunciar a su pareja. Entonces, fue clave el rol de la abuela. “Si no hacés la denuncia vas a quedar presa junto con tu marido. Eso no se hace, es un pecado”, insistió la mujer, según publicó el diario El Territorio.

Las dos mujeres fueron entonces a la comisaría de Campo Grande para denunciar al hombre. La policía lo detuvo bajo los cargos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y le revelaron a la madre de la víctima un dato que ella desconocía: no era la primera vez que cometía una violación.

El hombre había estado preso por violar a su hija mayor, fruto de una relación anterior, y cuando salió en 2010 por buena conducta y rehízo su vida con su mujer actual, nunca le dijo la verdad. Le contó que lo habían condenado por una causa por robo.