Aldo Rico, líder de los levantamientos carapintadas contra el gobierno de Raúl Alfonsín, recomendó a los efectivos de Prefectura y Gendarmería que mantengan las protestas a pesar de que la administración nacional dio marcha atrás con los descuentos salariales y cambió las conducciones de ambas fuerzas.

“No levanten la protesta porque los van a traicionar. Van a ser traicionados por quienes los quieren conducir y por el sistema político”, dijo en el programa A diario, de Radio 2, el ex militar, que estuvo preso por sus actos de insurrección.

Consultado sobre si un sustrato golpista se esconde detrás de la protesta de los uniformados, respondió: “El gobierno siempre ve intentos de conspiración y desestabilización; son unos chantas. Crean los problemas y no los solucionan”.

Sobre su propia historia, que incluye haber encabezado dos levantamientos contra la democracia –el de Semana Santa de 1987 y el de Monte Caseros, en 1988– fue terminante: “No me arrepiento de nada”.