Superwatt, el héroe de la EPE para combatir el derroche de energía que tiene su propio candombe, tiene un “abuelo”. El descubrimiento fue de Mario García Lucero, un rosarino que desde hace años se dedica a la compra y venta de libros y de documentos y papeles antiguos.

Para ello, se dedica a recuperar viejas bibliotecas y depósitos, en lo que define como una “especie de arqueología urbana”.

En ese marco, encontró ejemplares de una revista, llamada “Elga”, editada en la década del 40 por la Sociedad de Electricidad de Rosario y la Compañía general Argentina de Luz y Fuerza.

No, no había crisis energética en aquella época, pero muchos de los artefactos eran toda una novedad y dos personajes se ocupaban, desde las páginas de “Elga”, a dar, fundamentalmente, consejos de seguridad.

Se llamaban “Gaspita” –que se ocupaba de cocinas y calefones– y “Wattito” –que daba consejos sobre el uso de artefactos eléctricos–. “Si no son los abuelos de Superwatt merecerían serlo”, opinó Mario.