La semana pasada, una familia de turistas franceses llegó a Costa Rica para unas vacaciones en el país centroamericano. Pasaron una noche en la capital, San José, y a la mañana siguiente partieron rumbo a Santa Teresa de Cóbano. Pero el viaje se complicó ayer cuando los padres llevaron a un médico privado a su hijo de cinco años, quien presentaba un sarpullido en la piel. El niño fue diagnosticado con sarampión, al igual que sus dos padres.

El último caso de sarampión registrado en Costa Rica fue en 2014; una enfermedad que había sido erradicada del país centroamericano. De hecho, el continente americano en su totalidad erradicó el sarampión endémico entre 2012 y 2016, convirtiéndose así en la primera y única región del mundo en lograrlo hasta ahora. En gran parte, este progreso fue posible gracias a la implementación de programas de vacunación obligatorios.

Esto no significa que no se hayan dado casos de sarampión en el continente, sino que cuando se dieron se trataron de cepas importadas de otras regiones del mundo, normalmente contraídas por turistas.

Esta vez el sarampión llegó desde Francia , ya que ni la madre ni su hijo estaban vacunados contra el virus y se habían registrado algunos casos en el colegio del niño.

El Ministerio de Salud de Costa Rica informó que la familia francesa está recibiendo tratamiento en el Hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas, en un estricto régimen de aislamiento para evitar el contagio de la enfermedad.

Además, las autoridades están trazando el recorrido de la familia para tratar de esclarecer quién pudo tener contacto con ellos durante su vuelo, su estancia en un hotel de San José o a su paso por Santa Teresa. Igualmente, se informó a las autoridades francesas para que estén atentas ante los casos que pudiesen aparecer en Francia.

Ya se vacunaron a 26 contactos en el hotel capitalino donde permanecieron durante el primer día y algunos pasajeros del vuelo de Air France en el que viajaron, confirmó Rodrigo Marín Rodríguez, director de Vigilancia de la Salud, en el Ministerio de Salud.

Las autoridades de Salud solicitaron a los padres, madres y encargados de menores velar porque los niños y niñas cuenten con el esquema de vacunación completo, que en el caso del sarampión es de dos dosis, una al año y tres meses y la segunda al ingreso a la escuela o antes de los 10 años.

"A la vez, reitera la necesidad de informar al Ministerio de Salud si conoce de alguien que presente fiebre, congestión nasal, tos, conjuntivitis, brote en piel que empieza en la cabeza y se expande por el cuerpo, en especial si quien presenta estos síntomas ha estado en los últimos veinte días en países con transmisión de sarampión", indicó el Ministerio de Salud en un comunicado.

¿Vacunar o no vacunar?

Según la OMS, pese a la disponibilidad de una vacuna segura y económica, el sarampión fue la causa de 110.000 muertes en todo el mundo durante 2017, mayormente entre niños menores de cinco años. Esta cifra implica un crecimiento de nada menos que un 30% respecto al año previo, con un aumento notable en países desarrollados como Alemania, donde la vacunación solía estar extendida a la práctica totalidad de la población.

En parte, este aumento de casos puede deberse al crecimiento que experimentó en los últimos años el movimiento anti-vax, o anti-vacunas, en los países desarrollados. Este movimiento, con una presencia notable en determinados canales de Internet y en redes sociales, se opone a la vacunación obligatoria ligados a la religión, diversas teorías pseudo-científicas y varias creencias sobre los supuestos riesgos de la vacunación.

Esta es una de las razones por las que la OMS situó al movimiento anti-vacunas entre las 10 mayores amenazas para la salud mundial en 2019. De acuerdo a Martin Friede, director de inmunización y vacunación del organismo, esta corriente ve engrosar sus seguidores gracias a las "acusaciones infundadas y carentes de ninguna evidencia" lanzadas contra las vacunas por "supuestos expertos".