Más de medio año después del accidente, se desconocen los motivos por los que el Airbus A330-200 cayó al Atlántico causando la muerte de los 228 pasajeros, ya que todavía no pudo hallarse la caja negra de la aeronave. Las familias de las víctimas se quejaron por la “lentitud insólita” de las pesquisas.

Las declaraciones se produjeron tras una reunión entre el portavoz de los familiares y el director de la entidad francesa de análisis de accidentes BEA, Jean-Paul Troadec.

"Continúan pronunciando discursos paliativos, pero saben mucho más de lo que dicen", reclamó Nelson Farias Marinho en una entrevista emitida por televisión. En el accidente aéreo registrado el 1 de junio, Marinho perdió a su hijo.

Otro familiar dijo que se trataba de una "estrategia" para proteger la aerolínea y que las investigaciones se estaban llevando a cabo a una lentitud insólita.

El accidente del que aún se desconocen los motivos causó la muerte de 228 personas.

Por su parte, Troadec volvió a asegurar que en febrero se retomará la búsqueda de la caja negra y que el 17 de diciembre se presentará un nuevo informe parcial.

Troadec y el jefe de las investigaciones, Alain Bouillard, se reunieron con los familiares de las víctimas durante varias horas en el consulado general francés de Río para presentarles un resumen de los trabajos realizados hasta el momento.

"Debemos intentar encontrar la caja negra", destacó Tradec, ya que, según reiteró, sin ella no se podrá determinar realmente la causa del accidente del Airbus.

El Airbus A330-200 cayó al Atlántico al estar realizando el trayecto de Río a París. Se estima que los restos de la nave se encuentran a 4.000 metros de profundidad.

Los equipos de emergencia hallaron 51 cuerpos a unos 650 kilómetros de la isla brasileña Fernando de Noronha.