Federación Agraria puso el grito en el cielo tras el anuncio del gobierno de aumentar las retenciones a las exportaciones de soja, medida que consideró "una nueva provocación". En ese marco, la entidad se declaró "en estado de alerta y movilización". En los próximos días las bases definirían los pasos a seguir, por lo que no se descartan medidas de fuerza, ya que para los productores esta decisión "profundiza la política anticampo".

El anuncio de la ministra de Economía Felisa Micheli de aumentar las retenciones a las exportaciones de soja para de esta manera reducir el precio de los alimentos en el mercado interno generó críticas desde que se conoció, a media mañana de este jueves. La Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa consideró "injusta" la medida y sospechó de sus fines electoralistas, mientras que la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe) se sumó al rechazo y expresó su indignación.

"Los productores agropecuarios rechazamos abiertamente la suba de retenciones a la soja anunciada por la ministra", señalaron desde Federación Agraria en un comunicado. "Entendemos la necesidad de evitar el aumento de precios en productos que integran la canasta básica familiar, pero en este contexto la medida aparece simplemente como una innecesaria provocación al sector primario", evaluaron.

Para FAA se trata de "una medida de corte fiscalista que no haría más que profundizar las políticas anticampo, sin que esto redunde en beneficios para toda la ciudadanía", según se expresó en el texto difundido a los medios. "Algo que ya sucedió con el cierre de las exportaciones de la carne, cuando cayó un 30 por ciento el precio pagado a la producción, sin que se mejoraran los valores para el consumidor, ya que la diferencia finalmente quedó en manos de los frigoríficos exportadores", recordaron.

Por otra parte, la entidad remarcó que la medida recién entrará en vigencia el 15 de enero, "lo cual daría la posibilidad a las multinacionales exportadoras de adelantar la inscripción de sus operaciones sin incluir el aumento del 4 por ciento, que de todos modos cargarán a los productores cuando sea levantada la cosecha". En este marco, solicitaron al gobierno que informe cuántas toneladas de soja fueron registradas en estos días por las grandes empresas del sector. Y subrayaron. "Los más perjudicados vuelven a ser los pequeños y medianos productores".

"No terminamos salir de nuestra sorpresa, aunque el gobierno ya nos tiene habituados a este tipo de sorpresas", aseguró Néstor Víttori, el presidente de Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe. "Cada vez que hay un problema que puede incidir en la canasta familiar, el gobierno tiene única solución: aumentar los impuestos al campo", se indignó, consultado sobre el tema por Radio 2. "El gobierno debe tener en cuenta que un sector de productores, en este caso sojeros, no puede subsidiar el mercado. Es una discriminación porque asigna a un solo sector la responsabilidad de resolver problema que es de todos los argentinos", señaló.

El planteo del gobierno es que los productores de soja son quienes hoy tienen más ganancias y por ese motivo sostiene la lógica de que compartan su riqueza. "Es un razonamiento falso y discriminatorio. Hay otros sectores con ganancias monumentales como los industriales y no se los afecta", sostuvo Víttori. "Pero cuando el gobierno necesita financiar algún aspecto siempre recurre al campo", fue su reproche. "Creemos que el gobierno le tiene fastidio al sector, por sus políticas son totalmente anticampo. Pero la solución no pasa por emprobrecer a un sector sino mejorar los otros", evaluó.

Previamente, el presidente honorario de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), Víctor Trucco, consideró que la medida “no es justa. Si fuera por el gobierno no sembraríamos soja”. En contacto con Radio 2, Trucco dijo el gobierno no tiene una política de protección hacia el campo y el productor, cuando “los productores agropecuarios le han dado vida al interior del país”. Además, según el representante del campo “a la gente no lo desespera el aumento del pan, sino el aumento de un montón de otros productos que no se pueden comprar por su aumento y que no están en la canasta básica”.

Con respecto a la decisión del gobierno de subsidiar algunos productos básicos, Trucco sostuvo que “se van a subsidiar 2 ó 3 productos cuando la canasta tiene 20 mil. Es una medida que se toma para ganar las elecciones y que no va a bajar los precios. Acá sigue habiendo varios problemas más importantes como el déficit de combustibles y energía”. El ruralista se quejó porque “por cada millón de pesos que factura un productor, 300 mil van a para a impuestos. Acá subsidiamos a la industria porque a alguien se le ocurre que generan más trabajo pero habría que mirar los números”.