En el marco de la 2ª Feria de Coleccionismo Discográfico y Cinematográfico de Rosario, el fotógrafo Pablo Garber invita a los rosarinos a asistir con su disco favorito para hacer una captura colectiva. La única condición es que el título pertenezca a un artista rosarino. La foto grupal es este sábado a las 14 en Plataforma Lavardén, Sarmiento y Mendoza.

La iniciativa se enmarca en el proyecto “Ponete un Disco”, una colección de fotos en las que Garber retrató a distintas personalidades ligadas al mundo de la música, detrás de la tapa de los álbumes que ellas eligieran.

“La idea surgió un poco con la intención de recuperar las tapas de los discos y todo el trabajo que hay puesto en una portada. La tapa es parte de la obra y es un concepto que está desapareciendo; me refiero a la tapa como un soporte específico”, explica Pablo Gerber en diálogo con Rosario3.com.

Una suerte de nostalgia por lo concreto. La premisa es ponerse un disco y recuperar el ritual que conllevaba escuchar un álbum y mirar la portada, leer las letras, mirar las fotos. En suma, "acercárcela a la cara".

“Hay una relación con la tapa que es corpórea, física, y  la música que está relacionada con ese soporte. Entre la tapa y el contenido había una completud. Me refiero a esa imagen, ya sea una foto o una obra, que terminaba el sentido”, señala el artista.

El fotógrafo retrató a distintas personalidades ligadas al mundo fonográfico: productores, músicos, periodistas, diseñadores y disqueros. Todos ellos, cerca de un centenar,  posaron con sus discos preferidos o con aquellos que “estaban gastados de tanto escucharlos”.

“Terminé por armar un retrato de época desde fines de los ´60 hasta principios de los ´80. Desde Los Gatos hasta los Redondos, pasando por discos extranjeros también”, confiesa Gerber al tiempo que admite que no hubo sorpresas en las elecciones.

“Prevaleció cierta lógica entre personaje y álbum”. Tampoco hubo un denominador común o título más elegido, aunque Sticky fingers (Rolling Stones)  Almendra y el Álbum Blanco (The Beatles) aparecieron segudo.

El ritual de lo habitual

“Ponete un Disco” fue la continuación de una idea mayor que consistió en una serie de fotos sobre objetos guardados u olvidados “Por ejemplo un cenicero -si alguien ya no fuma-, o una escarapela. Entre esos objetos apareció el Wincofón y de allí, los vinilos. Toda esa ceremonia de escuchar música, de tomarse un tiempo, de cuidar el peso del brazo o la púa y, claro, con el hecho de conseguir un disco, que antes no era tan sencillo”, explica Gerber.

El fotógrafo planea editar un libro con las fotos acumuladas hasta la fecha y reeditar el juego de ver quién se esconde detrás de la tapa y por qué. “El corte final rondaría entre las 6 y las 8 decenas. Y la idea es incluir también la foto colectiva que resulte en Rosario. Si hay mucha gente, haremos varias tomas”