El caso del hombre más buscado por la policía santafesina que fue detenido en Rosario hace casi veinte días y que entonces se descubrió que había trabajado en el área del Servicio Penitenciario del gobierno provincial tuvo este lunes a la tarde un fuerte coletazo en la administración de Jorge Obeid, cuando el gobernador decidió aceptar la renuncia de tres funcionarios de ese sector.

Uno de ellos, el director de Seguridad Comunitaria, Fernando Rosúa (hijo del ministro de Gobierno, Roberto Rosúa), le aseguró a Rosario3.com que “esperaba esta decisión para así poder limpiar mi nombre en la Justicia”.

El ex director del Servicio Penitenciario había presentado su renuncia el miércoles que pasó luego de enterarse que Carlos Antonio Ramón Coronel, un preso que fue atrapado en Rosario con más de 20 causas por robo armado y que había trabajado bajo su órbita, lo había incriminado ante la Justicia como una suerte de cómplice de sus delitos (entre otros, asaltar un banco).

También fueron aceptadas las renuncias del subsecretario de Asuntos Penales, José Luis Benaglia, y del titular del Patronato del Liberado, Juan Javier Garceche.

“Me parece que está bien todo esto porque así puedo defenderme tranquilamente en la Justicia”, dijo Rosúa tras la decisión de Obeid, aunque no pudo explicar porque éste le aceptó la renuncia recién cinco días después de haberla presentado.

El ex funcionario reconoció que conocía a Coronel porque “era uno de los presos que trabajaba positivamente en la biblioteca del penal de Las Flores y estábamos en contacto”. Por eso, dijo, lo sorprendió aún más la reacción del hombre que se fugó, cometió delitos, fue atrapado y después lo incriminó.

“Me pareció que debía correrme del gobierno para limpiar mi nombre en la Justicia. Además, no quería que esto se convierta en una causa política, que se ataque al gobierno por esto”, señaló.

Consultado si no había otras causas políticas que expliquen este desenlace (tres funcionarios fuera del gobierno por la denuncia de un preso que prestó servicios para el área de seguridad), Rosúa negó esa posibilidad y dijo: “Yo sólo respondo por mí. Fue una denuncia fuerte y presenté mi renuncia indeclinable; no me sorprende la decisión”.

Tras ser detenido por la policía en la zona sur de Rosario el 17 de noviembre, Coronel vinculó a los funcionarios en la causa por su detención y hasta los habría amenazado. Según contó Rosúa a Radio 2 el miércoles que pasó, no sólo él recibió un llamado intimidatorio de Coronel sino que a José Luis Benaglia –quien propuso que el preso trabaje como una especie de ordenanza, llevando papeles y otras tareas– le dejó un mensaje grabado en el contestador telefónico que decía que “si el ministro (por Roberto Rosúa) no termina con todo esto, me lo voy a llevar puesto a Fernando (hijo de Roberto Rosúa)”.

Finalmente los tres dirigentes del área de Gobierno que conduce Roberto Rosúa, entre ellos sus hijo, presentaron su renuncia que fue aceptada por Obeid este lunes a la tarde.

El caso

Coronel estuvo preso en la Unidad II de Las Flores hasta mediados del 2005 donde trabajaba en la biblioteca y por su buen comportamiento fue derivado a una “casa de progreso” del Servicio Penitenciario.

Después, Benaglia decidió darle una oportunidad y lo llevó a trabajar a Asuntos Penales porque era un preso que colaboraba. Pero el 11 de octubre de 2005 Coronel, que gozaba del régimen de salidas transitorias, no volvió y se dio a la fuga.

Recién el 17 de noviembre fue arrestado en la zona sureste de Rosario. Era buscado por más de 20 robos a mano armada en la capital santafesina.