Participantes del Foro Social Mundial (FSM) entregaron en la sede de la Comisión Europea en Nairobi un manifiesto con 30 mil firmas contra los acuerdos de asociación económica de Europa con los países de África, Caribe y el Pacífico, que consideran injustos y perjudiciales para el desarrollo.

"Los acuerdos que se están negociando supondrán la eliminación o reducción de los aranceles que nuestros gobiernos mantienen para proteger nuestros productos", dijo la agricultora keniana Esther Bett, una de las cientos de personas que participaron en la marcha hacia la sede de la Comisión Europea en esta capital. "Sus productos agrícolas están subvencionados y no vamos a poder competir en el mismo mercado", añadió.

En 2000, la Unión Europea (UE) firmó el Acuerdo de Cotonú con 77 países de África, Caribe y el Pacífico (ACP) para permitir beneficios arancelarios a la entrada en Europa de los productos procedentes de esas naciones, pero las medidas preferenciales terminan a finales de 2007.

En la actualidad, la UE está negociando, para que entren en vigor en 2008, los llamados Acuerdos de Asociación Económica (EPA, en inglés), que, según John Ochola, de la Red para el Comercio en África, "son acuerdos de libre comercio".

"Los EPA requerirán que África abra sus fronteras y elimine los aranceles sobre productos y servicios procedentes de Europa. Esto sólo beneficiará a las empresas europeas, pues muchas de las nuestras no están en condiciones de competir", explicó.

Valerie Traoré, de la organización Acord, apuntó, a su vez, que "uno de los argumentos de la UE a favor de los EPA es que habrá más competencia y bajarán los precios". "Pero poco importa cuánto bajen los precios en África si millones de agricultores se empobrecen aún más y son incapaces de comprar nada", señaló.

"¿A dónde irán todos estos agricultores empobrecidos? A las ciudades, y si éstas no tienen capacidad de absorberlos acabarán por tratar de salir de África y emigrar a Europa por pura desesperación, como ya lo están haciendo miles de personas", dijo Traoré.

Según los organizadores, además de crear "un tablero de juego desigual" al dejar entrar productos subvencionados, la pérdida de ingresos por el cobro de aranceles mermará las arcas públicas de los gobiernos de los países ACP, que tendrán menos para gastar en servicios públicos ya deficitarios como educación y salud.

"El acuerdo de Cotonú exige que la UE examine todas las opciones antes de proponer un sistema de comercio con los países menos desarrollados acorde a su situación y a la vez respetuoso con las normas de la Organización Mundial de Comercio" (OMC), subrayó Traoré. "Pero la UE se ha negado a discutir otra alternativa que no sean los EPA, y a la vez se niega a hablar de reducir las subvenciones a sus agricultores", agregó.

La marcha, en la que participaron dos eurodiputados, el español Raúl Romeva i Rueda, de Los Verdes, y el francés Alain Lipietz, así como la diputada nacional austríaca Ulrike Lunacek, congregó a unas trescientas personas.

El jefe de la delegación de la Comisión Europea, Eric van der Linden, recibió a los activistas en la puerta de la sede, donde éstos le entregaron las firmas recogidas y un manifiesto que pide que se paralice la negociación de los EPA. "Aunque asociarse con la EU es deseable, el mínimo que se puede pedir de cualquier asociación es que sea beneficiosa para ambas partes, no que deje a ningún país peor de lo que está", señala el documento.

Según Carlos Galián, de Intermón-Oxfam, "el Gobierno español no ha hecho pública su postura al respecto, y ni siquiera en el Plan África clarifica su posición sobre estas negociaciones comerciales. Eso es preocupante". El FSM, que ha reunido a miles de activistas contra la globalización en Nairobi, será clausurado este jueves.

Fuente: EFE