El Papa Francisco llegó este lunes al aeropuerto romano de Ciampino tras la gira que comenzó el pasado 5 de julio y que lo llevó por Ecuador, Bolivia y Paraguay. Además se refirió al crucifijo tallado en una hoz y un martillo que recibió por parte de Evo Morales y aclaró que no probó coca.

Según informó el diario La Nación, durante el vuelo a Roma el pontífice envió mensajes de saludo a las autoridades de países cuyo territorio sobrevoló: Paraguay, Bolivia, Brasil, Cabo Verde, España e Italia, y dialogó con los periodistas acreditados, con los que realizó una conferencia de prensa.

Consultado por el crucifijo que le entregó el presidente de Bolivia, el Papa explicó que su cara de asombro se debió a que desconocía que el padre jesuita Luis Espinal, quien fue asesinado en la dictadura boliviana en 1980, era el autor de la escultura. “Cuando lo vi, para mi fue una sorpresa. Se puede calificar como el género del arte de protesta. Para mí no fue una ofensa”, aclaró al tiempo que agregó que lo lleva consigo.

Por su parte, manifestó que el secreto para tener tanta energía en una gira de ocho días, donde incluso estuvo a 4.000 metros de altura en La Paz, es “el mate” y negó haber probado coca.