"Si yo no asumía, había una guerra civil". Lo aseguró el flamante presidente paraguayo Federico Franco. El mandatario, quien asumió tras un juicio político expréss a Fernando Lugo, consideró que el proceso que lo llevó al poder fue "absolutamente" constitucional.

"Yo recibí un país en condiciones inesperadas de forma abrupta. Mi prioridad es organizar la casa. Sé que hay preocupación y mi canciller va intentar explicar, pero no es mi prioridad", afirmó en diálogo con la porteña Radio 10.
 
Pero en la región no lo reconocen como presidente. De hecho, "desinvitaron" a Paraguay a la cumbre de Mercosur que se realizará en Mendoza este jueves. 
 
Según Franco, la destitución de Lugo el viernes pasado "fue un proceso constitucional, absolutamente legal. Hay una dupla, el presidente fue destituido de forma constitucional, de forma pública y transparente, y el vice debió asumir".
 
El mandatario admitió que la situación es "muy triste". Sin embargo, Franco justificó el accionar del congreso paraguayo: "Acá hubo 17 muertos, un ambiente de inseguridad en el campo. La situación en el país refleja lo que está ocurriendo. Tenemos el respaldo de la ciudadanía".