En los márgenes de la ciudad de Rosario existiría, según estimaron desde la Secretaría de la Producción, un circuito ilegal de venta y de consumo de aceite usado. Se calcula que el aceite proviene de restaurantes y bares de la zona céntrica de la ciudad y que luego se comercializa para llegar más tarde a un mercado negro que lo adultera, lo fracciona y lo revende.
Según explicó a Radio 2 el encargado del programa de Alimentos de la Secretaría de la Producción, Roberto Llanes, “se trata del aceite que ya fue usado en las freidoras de grandes restaurantes y que no debería ser utilizado más que como combustible. Por lo tanto, mucho menos debería usarse para el consumo doméstico por su alta densidad en grasas saturadas”.
En este sentido, Llanes manifestó que “se realizaron averiguaciones sobre la existencia de un circuito de este tipo en las zonas periféricas de Rosario”. Pero sobre todo el funcionario se encargó de remarcar que es importante que la población no consuma este producto sin marcas ni indicadores de procedencia.
Se trata de un aceite que se vende de manera suelta, sin rotulación y en la mayoría de los casos en forma ambulante y casa por casa.
Aunque existen empresas que se dedican a la utilización de este aceite en jabones o cosméticos u otros destinos, esa oficina municipal manifestó que "es posible que exista un circuito clandestino” que lleve hacia otros sitios el aceite.
Por último, Llanes advirtió que la reventa surge de la posibilidad de los locales de vender el aceite consumido que asciende a los 150 litros por semana, “para realizar combustible vegetal o biodiesel”. Pero claro, otros lo usan con otros fines, que pueden ser muy malos para la digestión.
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