La foto que envió Gastón al espacio de Periodismo Ciudadano de Rosario3.com llama la atención. Acaso para calentar un poco de agua para unos mates, en estos días en que el cuerpo agradece algo caliente, prendió una hornalla de la cocina. Pero lo sorprendió el color de las llamas: tiraba más a verde que a azul.

Gastón contó que fue el sábado a las 15 y que no sólo el color era extraño: el olor era similar al del querosén.

Desde Litoral Gas estimaron que el problema podría ser por un desperfecto de la cocina y no por la calidad de gas. Dijeron que no tenían ningún reclamo de este tipo y que si hubiera una pérdida de gas el color de las llamas sería más tirando a naranja.