El gobierno nacional cuestionó en duros términos el paro agropecuario convocado por tres entidades ruralistas y calificó la medida como un hecho "político e ideológico" que no guarda relación con "una crisis de precios".

La medida, que se inició ayer y se extenderá durante nueve días, fue convocada por la Federación Agraria Argentina (FAA) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y cuenta con el apoyo de la Sociedad Rural.

Entre otras demandas, los ruralistas reclaman "atención del gobierno a la necesidad de implementar políticas adecuadas a mediano y largo plazo".

Las críticas fueron planteadas por los ministros de Economía, Felisa Miceli; del Interior, Anibal Fernández; y por el secretario de Agricultura y Ganadería, Miguel Campos, quienes coincidieron en definir al paro como "una medida de corte político".

Miceli afirmó que la protesta es un hecho "político e ideológico" que no guarda relación con "una crisis de precios" y recordó que desde la devaluación a la fecha el precio del kilo de ganado en pie aumentó 300 por ciento, mientras que el valor del kilo de carne en el mercado minorista subió 120 por ciento.

"Con la dirigencia del sector agrario hemos tenido entrevistas maratónicas, y en ellas ni siquiera las entidades estaban de acuerdo y presentaban propuestas contradictorias", señaló la ministra en declaraciones radiales.

La funcionaria reclamó a los productores agropecuarios que comparen su situación actual con la de 2003, cuando "tenía en juego su casa y su supervivencia como productor".

Además del sostenimiento del dólar, del precio especial del gasoil y de la reducción de la alícuota del IVA en los fertilizantes, la ministra recordó que desde 2003 "se mantuvieron las normas que favorecieron a los productores, se pesificaron las deudas y se ofrecieron pagos al Banco Nación con quitas enormes".

Aníbal Fernández, por su parte, aseguró que "no habrá cortes de ruta" durante la protesta, alternativa que está incluida entre las acciones directas previstas en el marco del paro agropecuario, aunque aclaró que el gobierno nacional no utilizará la represión.

"No podemos permitir que mientras haya vocación de entrega de hacienda (al mercado de Liniers) para que toda la sociedad pueda seguir adelante con su dieta alimentaria como se le antoje, alguien decida que no", indicó el ministro.

Fernández reiteró que para el gobierno el paro tiene una "parte política", que se define por la "presencia de la propia dirigencia en los palcos de la oposición al gobierno".

Previamente, en declaraciones a los medios, Fernández recordó que "de las cuatro entidades agropecuarias, Coninagro no adhirió y casi la mitad de la Sociedad Rural no estaba de acuerdo (en adherir) con el paro".

Respecto de quienes sostienen que se trata de un reclamo por rentabilidad, manifestó: "Me gustaría revisarla con quien quiera revisarla".

En tanto, el secretario de Agricultura, Miguel Campos, calificó al paro como "inoportuno y de características netamente políticas", al tiempo que aseguró que el sector registra niveles récords de rentabilidad.

"El paro es inoportuno y de características netamente políticas", aseguró Campos, quien resaltó el esfuerzo del gobierno por defender a la producción y planteó la necesidad de alcanzar un equilibrio que beneficie a toda la sociedad.

"Hemos analizado los márgenes netos de los distintos sectores y vemos que los niveles de rentabilidad actuales superan todos los picos históricos", señaló a Télam el titular de la cartera agropecuaria.

Según Campos, "el trigo deja un margen neto de 426 pesos por hectárea, el maíz, 1.386 pesos por hectárea; la soja, 1.000 pesos; el girasol, 746 pesos; y la invernada, 192 pesos".

"Todos estos márgenes son muy superiores a los de los años ’90, cuando desaparecieron cien mil productores", sostuvo el secretario de Agricultura.

Y resaltó que "el endeudamiento del sector está en mínimos históricos y la valorización de la tierra, que está directamente relacionada con la rentabilidad, está en niveles récord".

"Nunca se hizo un paro de estas características", se quejó Campos y destacó el "enorme esfuerzo del gobierno en defensa de la producción, para mantener paridad y el precio del gasoil".

Por su parte, el titular de la Federación Agraria, Enrique Buzzi, dijo que la protesta no apunta a mostrar sólo "los corrales vacíos de Liniers", al encabezar una concentración sobre la autopista Buenos Aires-Rosario.

"Esperemos que se entienda este mensaje. Hay miles de familias que no quieren resignar su dignidad, y acá se juegan una verdadera cruzada" con la medida de fuerza, remarcó el dirigente.

"Esta situación del campo no se soluciona con parches o medidas de corto plazo, sino que hace falta volver a tener mecanismos como la Junta Nacional de Granos, o de Carnes", reclamó Buzzi.