La empresa General Motors decidió acatar la conciliación obligatoria dictada en el marco de la discusión gremial con Smata y acepta la reincorporación de los 435 trabajadores a los que les fueron enviados los telegramas de despido.
Así fue confirmado a Rosario3.com por la secretaria de Trabajo de Santa Fe, Alicia Ciciliani, quien aclaró que esto significa que la firma automotriz acuerda retrotraer la situación al inicio del conflicto sindical y discutir a partir de allí en una mesa de negociación con la mediación de la cartera de Trabajo.
Este viernes a la tarde se realizó de una audiencia entre el Ministerio y la firma, donde esta última ratificó de forma oficial la marcha atrás con la medida.
En el gremio, en tanto, se tomó la novedad con esceptimismo. "Hasta que no lo veo no lo creo", dijo el titular de la delegación local de Smata, Marcelo Barros, quien dijo no entender cómo la empresa acata recién ahora la conciliación obligatoria que estaba dictada desde el 22 de octubre.
"Que vea y crea porque es oficial", respondió Ciciliana después de la ratificación de la empresa de acatar la medida. "El lunes seguiremos dialogando con la empresa y el sindicato", agregó la funcionaria de Trabajo.
Jornada de tensión
El gremialista negó además que los casi 500 telegramas hayan llegado a personal contratado, ya que, dijo, sólo hay 198 en esa condición. En cambio, denunció que entre los cesanteados se incluyó a empleados que se recuperan de accidentes.
Los telegramas comenzaron a llegar en la mañana de este viernes. “Tomaremos la planta o cortaremos la autopista. Serán medidas de fuerza proporcinales a la gravedad de la decisión empresaria”, advirtió apenas se conoció la novedad Gabriel Bienucci, secretario gremial de Smata a Rosario3.com.
En ese sentido, el ministro Carlos Rodríguez pidió a los trabajadores que tengan tranquilidad porque el Ministerio a su cargo se pondrá al frente de "la defensa del empleo".
El secretario general del sindicato, Marcelo Barros dijo que se trata de una baja de más del 20 por ciento de los 2200 empleados directos que la empresa tiene en su sede Alvear.
Conciliación
En este sentido, Roberto Ferreyra, del Ministerio de Trabajo de la Nación, indicó que debido a la medida conciliatoria dictada a raíz de un conflicto laboral desatado por el despido de un operario, la empresa no puede despedir personal. “Si una empresa internacional toma esta decisión, arrastra a las demás, no queremos que la crisis internacional repercuta cuando en el país no se evidencias consecuencias aún”, planteó.
“La empresa debió haber gestionado el mecanismo preventivo de la crisis porque no puede ser que más del 20 por ciento de los empleados estén siendo despedidos”, reforzó, al tiempo que informó que este viernes a la tarde, se reunirán con represnetantes de la General Motors para discutir el tema de los despidos.
Las causas de los presuntos despidos tampoco estarían confirmadas. De acuerdo a Smata podría tratarse de una represalia de la empresa por el conflicto desatado tras el despido de un operario aunque no desetiman el efecto de la crisis mundial como un factor determinante.
Por su parte, la viceministra de Trabajo de la provincia Alicia Ciciliani buscó llevar tranquilidad a los empleados y sus familias. "La empresa ha acatado la conciliación obligatoria y los trabajadores tienen derecho a percibir sus salarios", precisó.
En tanto, a la preocupación de los propios empleados de la empresa, se suma la de aquellas que venden sus servicios a GM, como por ejemplo, la limpieza, las autopartes, transporte o los alimentos, que ven con suma preocupación la presunta reducción del personal.
Con la fábrica cerrada
La sede de General Motors en Alvear cerró ayer temporariamente hasta el próximo 3 de noviembre. Según el gremio, adelantó dos días una suspensión de actividades que estaba programada con anterioridad. Los trabajadores del turno mañana no pudieron ingresar.


