Osvaldo Fanjul/Télam

El ex delantero del seleccionado argentino Luciano Galletti, quien el pasado 21 de octubre recibió un riñón donado por su padre, Rubén Horacio, reveló que en los próximos días comenzará a entrenarse con el plantel de Estudiantes de La Plata "para cumplir el sueño de volver a jugar al fútbol".

"Seguramente en los próximos días comenzaré a entrenarme con el plantel de Estudiantes para tomar una mejor forma física, recuperar la musculatura y llegar bien para la pretemporada", le dijo el Huesito Galletti a Télam.

"Igualmente no me pongo plazos. Si tardo tres, cuatro meses o lo que sea necesario, no importa. Pero si vuelvo a jugar sería emocionante y un hermoso regalo", agregó el delantero, de 32 años, quien jugó en el seleccionado nacional entre 2000 y 2005.

El problema renal obligó a Galletti a abandonar su carrera hace dos años, cuando se destacaba en el Olympiakos de Grecia, y a partir de ahí siguió vinculado al fútbol desde otro lado. Pero nunca se resignó a dejar definitivamente la actividad.

"El trasplante era la única solución. Entonces los médicos empezaron a realizarles los estudios a los posibles donantes, todos vinculados a mi círculo familiar", contó Luciano.

"Tanto a mi mamá como a mi papá les salió que eran compatibles, y ahí mi viejo dijo `soy yo`. Fue todo muy fuerte, pero a la vez muy lindo y emocionante”, detalló el ex Estudiantes, Napoli de Italia, y Zaragoza y Atlético Madrid, ambos de España.

"La relación con mi papá siempre fue excelente porque fue todo un referente para mí. Por él siempre quise jugar al fútbol y hoy siento que tengo algo suyo dentro de mí. Igual la relación no cambió. Para mi sería muy lindo volver a jugar, pero sé que para mi `viejo` la alegría sería completa”, continuó.

Ahora, y dos veces por semana, Luciano se realiza controles en el Instituto de Nefrología, mientras que el resto de los días cumple con los primeros movimientos de un entrenamiento liviano, que apuntala la recuperación.

"Estoy feliz porque no siento ninguna molestia. Todavía falta cicatrizar la herida de la operación y por eso no puedo hacer mucho esfuerzo. Pero los médicos están contentos ya que los controles marcan que la recuperación es excelente", explicó.

Galletti, quien cuando no tiene que ir a realizarse los chequeos se dedica a trabajar en lo físico, confesó que a la semana de operarse comenzó "a moverse en bicicleta".

"Cuando me dieron el visto bueno para empezar a trotar, el primer día fue difícil, tenía miedo, fui muy despacio, me costó, pero no me molestó", apuntó.

"Con el transcurrir de los días todo fue mejor y a ese trabajo le sumé el gimnasio. Los doctores querían que empezara para sacarme el miedo", redondeó.

Más adelante, Galletti resaltó: "Todavía no pude trabajar con un plantel. Tengo las defensas bajas y debo ir de a poco. No me quiero apurar porque los tiempos son para respetar, pero las ganas todo lo pueden", admitió.
También habló de la concientización que debe tener la gente en lo importante que es la donación de órganos.

"Lo de la ahijada de (Sandra) Mihanovich, que sucedió antes de lo mío, me sirvió. Lo mismo que todo lo que me contaron otros sobre sus experiencias antes de la operación", indicó.

"Además fue clave la charlas que mantuve con Mauricio Hanuch (ex jugador) que pasó por el mismo inconveniente. Todo eso me dio mucha fuerza y más ganas de afrontar la situación. Es importante que todo esto tenga trascendencia, porque hay mucha gente que necesita una ayuda del otro", finalizó.