Un agricultor de Bukit Mertajam, en Malasia, notó la falta de algunas de sus vacas y emprendió la búsqueda por la zona. Finalmente, el ganado apareció, pero en el baúl de un auto abandonado.
Todo parece indicar que los ladrones no pudieron llevarse el botín ya que tanto peso provocó que el coche se rompiese.

“El auto se descompuso a una corta distancia, lo que los obligó a abandonar el vehículo y su botín”, dijo la policía, según informa Crónica.
Los investigadores sospechan que los ladrones vieron al grupo de búsqueda que reunió el granjero y se dieron a la fuga.
La pregunta es: cómo metieron a los cuatro animales en la parte de atrás del coche: retiraron el asiento trasero
