Matías Garfunkel ya se encuentra en su casa luego del terrible accidente que sufrió hace dos semanas y que lo dejó en terapia intensiva por cuatro días. Para anunciar la buena nueva, decidieron junto con su esposa Victoria Vanucci protagonizar la nueva tapa de Gente con su beba Indiana y mostrar –en palabras de la modelo– que son “una familia feliz”. Para ello, la diosa del tenis eligió un atuendito para el infarto: el babydoll blanco con el que atendió a su marido durante su convalecencia.

La pareja anticipó, por otro lado, que apenas Vanucci consiga su divorcio del futbolista Cristian Fabbiani, festejarán un segundo casamiento. Para Garfunkel, su esposa no sólo es la mujer que siempre quiso sino la responsable de que hoy esté nuevamente con su hijita de dos meses: “Victoria me salvó la vida. Pensar en Indiana me daba fuerzas. Me torturaba no verla, nos extrañamos mucho”.

En cuanto a los roces que su esposa y él mismo tuvieron con Andrés Calamaro desde el sanatorio y a través del Twitter, Garfunkel quiso aclarar una de sus frases más polémicas, cuando tildó al Salmón de “mal judío”. 

“Tiene que ver con los Diez Mandamientos –explicó–, que son los pilares de la religión y a los que él faltó al violar el que dice no le desearás el mal a tu prójimo. No lo conozco como persona, ni soy crítico de su música. Pero como judío, sí puedo decir que es un muy mal judío”.

Las chispas se habían encendido cuando Calamaro tuiteó, a poco de conocerse la noticia de la salud de Garfunkel, que el accidente había sido un hecho de “justicia divina”. Vanucci, a su turno le había contestado: “Falopero de mierda”.