¿El regreso de Gran Hermano? No, esta vez la persona que se observaba a través de las cámaras no tenía ninguna voluntad de ser filmada. ¿Una cámara oculta de Tinelli? Oculta sí, pero no era ninguna jodita para ShowMatch. El caso que hoy investiga la Policía rosarina tiene como protagonistas a un arquitecto de 43 años y a su vecina de 27, que descubrió ayer en su dormitorio que, camuflada en el taparrollo, había una cámara que la filmaba mientras se cambiaba. Evelyn, la chica en cuestión, tenía un único espectador: su vecino Víctor. Resulta que este hombre encontró un método más efectivo –aunque a la vez más complejo– que asomarse sobre la tapia para espiar a la joven. Y tampoco necesitó esperar al verano para verla en paños menores. En un momento y de una forma que todavía se desconocen, el hombre se las ingenió para hacer las instalaciones en la casa de al lado y, cableado mediante, llevar a la pantalla de su televisor la intimidad de su vecina. Pero la del dormitorio no era la única cámara. Luego de que Evelyn descubrió la de su cuarto, antes de hacer la denuncia en la comisaría 20ª se puso a buscar, aterrada, la posible presencia de alguna otra lente escondida. Y dio con ella, ubicada en otro lugar que dejaba en evidencia las intenciones del arquitecto: la rejilla de un caño del baño. Personal policial llegó por la noche con una orden de allanamiento a la casa de la mujer, de México 1473 bis. Allí descubrieron el tendido de los cables, y también que éste conducía a la casa lindera, que también fue allanada. Al arquitecto se le secuestró todo el equipamiento, además de algunas revistas pornográficas, y lo llevaron demorado, aunque al poco tiempo recuperó la libertad. Tiemblan las mujeres del barrio...