Alejandro Simonetto
El misterio de la felicidad se estrena este jueves en Rosario. La película fue dirigida por Daniel Burman y es protagonizada por Guillermo Francella.
Tanto el actor como el director dialogaron con La primera de la Tarde (Radio 2) y adelantaron la temática de film. Además, revelaron cómo se gestó el guión y analizaron el presente del cine nacional.
—¿Qué cuenta esta historia con un título tan prometedor?
—Daniel Burman (DB): El título es un interrogante que esconde la propia respuesta. La película no da la solución a la problemática de donde está la felicidad. No es un libro de autoayuda. Es el camino de dos personajes muy solitarios que son abandonados, los dos, por una persona que es el mejor amigo de uno el amigo más íntimo en el caso de Guillermo (Francella) y en el caso de Inés (Estévez) es su marido y en esta desaparición que es inexplicable crea un vacio muy grande en el cual estos dos personajes se encuentran y empiezan a recorrer un camino de búsqueda de esta persona desaparecida. En ese camino de búsqueda se dan cuenta que no solo no quiere encontrarlo sino que quieren seguir esa busque juntos porque es esa búsqueda empiezan a descubrir cosas de ellos como los sueños. La película habla mucho de los sueños y de las cosas que dejamos pendientes, escondidas en algún lado, y que en cierto momento aparecen.
—Guillermo Francella (GF): Un amigo mío de toda la vida, de la época escolar hasta la adultez que toma una decisión impensada de querer volver a vivir las cosa que no vivió en su adolescencia o en un momento determinado de su vida y no lo comunica lo que genera un tendal. Se va sin decirnos nada ni a su mujer ni a mí. Yo soy su socio y su amigo de toda la vida lo que genera en mi una desazón terrible. Daniel (Burman) contó de un modo muy pintoresco cual es la relación de estos dos hombres, habla mucho del universo masculino, mucho de la relación de varones, son íntimos mimetizados desde el vestuario hasta de que marera disfrutan del ocio cada uno, que programa escuchan, que salida tienen, todo. Con el trascurrir de la película voy descubriendo cosas de mi amigo que desconocía que ignoraba. Es una historia muy verosímil muy identificable.
—En tus películas, siempre aparecen este tipo de temáticas donde buceás en el universo de las relaciones humanas
—DB: Sí. Fundamentalmente el tema de los vínculos lo que más funcionan en las películas es el tema de la identificación cuando uno ve a los personajes haciendo un recorrido y uno lo quiere recorrer o ya lo recorrió o lo anhela y estos personajes (Estévez y Francella) están medio rotos o averiados del corazón se juntan y tratan de arreglarse mutuamente.
Guillermo, ¿Cómo te llegó la propuesta para filmar este proyecto?
—Hablamos mucho con Daniel (Burman) hacía mucho tiempo que queríamos hacer algo juntos por una cosa u otra no se nos daba. Vino a mi casa a contarme un poco la historia, yo tenía muchas ganas de trabajar con él y él conmigo, tuvimos muchas reuniones, muchos ensayos, fuimos cambiando varias veces el guion y por suerte la pudimos concretar. Es una historia hermosa, una historia del corazón, es muy conmovedora. Habla de un montón de cosas. De asignaturas pendientes que a veces se plasmas y a veces no. Es una gran comedia romántica. Me gustan esas historias que son al corazón pero que de verdad no son para un pequeño grupo de gente. Cualquier persona se puede ver identificada con alguno de estos personajes.
—¿Por qué la elección de Inés Estévez y Guillermo Francella para estos personajes?
—DB: Con Guillermo (Francella) fue una elección mutua. Por suerte este fue el proyecto. Muchas veces querés trabajar con alguien pero no es el proyecto adecuado. El proyecto nació con él. No tuvo el recorrido clásico de un tipo que escribe una película y que después se la ofrece a un actor sino en el mismo momento que tenía el germen de la idea de la estructura ya la empecé a compartir con Guillermo (Francella) y empecé a escucharlo a él y empezamos a transitar el camino de la construcción del guion. Llegamos a la primera versión del guion, a la segunda, a la decimoquinta, cuando llegamos al rodaje ya había un conocimiento de lo que queríamos contar y de qué manera. En el caso de Inés (Estevez) hacia mucho que quería trabajar con ella. Es una actriz que admiro profundamente. Sabiendo que estaba un poco alejada de la actuación le propuse el proyecto y aceptó inmediatamente. Le gustó la historia, le gustó la idea de trabajar con Guillermo (Francella) y al mismo tiempo una gran responsabilidad porque alguien que estaba alejado de su profesión decide volver por algo que vos le propones.
—Terminó el 2013 y los números finales dijeron que “Corazón de León”, con más de 1.700.000, espectadores fue la sexta película más vista del año y el segundo film nacional. ¿Qué genera eso en un actor? ¿Presión para encarar un próximo proyecto? ¿Lo tomas como un éxito y pasó y a otra cosa?
—GF: Presión no. De ningún modo. Sí, felicidad. Estoy muy feliz. Gracias a Dios me viene pasando con mucha asiduidad. El otro día me comentaban que en los últimos 20 años del cine nacional la primera fue “El secreto de sus ojos”, segunda, tercera y cuarta han sido de dibujos animados (“Metegol”, “Patoruzito” y “Manuelita”) y quinta “Corazón de León” y sexta “Un argentino en Nueva York” y séptima “Papá se volvió Loco”. Yo gracias a Dios vengo trabajando mucho y bien y con el tema de la taquilla a todos nos gusta que lo nuestro guste tenga aceptación. Obviamente cuando haces una película que tenga personajes identificables el público se acerca. Si haces un tipo de cine donde no hay identificación donde hay personajes diferentes a los que ellos buscan se sienten un poco defraudados porque no imaginaban esto.
El 2013 fue un gran año para el cine nacional sumó 7 millones de tickets vendidos y se estrenaron más de 140 películas. Ahora bien las primeras 5 películas nacionales (Metegol, Corazón de León, Tesis sobre un homicidio, Séptimo y Wakolda) vendieron cerca 6,2 millones de tickets, casi el 88% del total de entradas vendidas. ¿Qué pasa con el resto? ¿Qué hay en el medio de las super taquilleras y las que no ve nadie?
—GF: Es verdad pero siempre pasó esto. Son las historias. Tiene que ver con el guión. Vos podes llamar a un buen director, podes llamar a un actor que puede andar bien pero si no tenés una buena historia lo pagas.
—DB:Hay algo que olvidamos y que es increíble. El cine nació como espectáculo. Las primeras imágenes que se filmaron en la historia del cine fue un tren que la gente salió corriendo porque creía que se le venía encima. No eran imágenes de un tipo reflexionando o leyendo “El Infierno” de Dante (Alighieri). Era eso…¡¡ Mirá es como un tren!! Pero no es joda. Muchas veces entro en discusiones o dilemas acerca de que es el cine. Es un entretenimiento. Es algo que nos tiene que entretener y hacer bien. Yo hago una película y el primer objetivo es que el espectador salga mejor que como entró. Si logras esa sensación que te sentís a penas un poco mejor que cuando entraste como director ya estás hecho. Eso lo tiene que lograr la historia y como la contas. Es muy difícil por supuesto.