Después de la muerte de otro de sus hermanos, Luis Pollo Bassi, preso en la cárcel de Piñero por el asesinato del líder de Los Monos Ariel Cantero y otro homicidio, habló por teléfono con El Tres y cuestionó a la Justicia, al gobierno provincial y pareció mandar un mensaje a las bandas que podrían haber actuado en el crimen de esta madrugada en Villa Gobernador Gálvez: “Cómo me van a tocar a la familia; la familia es algo sagrado que se respeta”.

Bassi, en diálogo con el periodista Juan Pedro Aleart, dijo que en su momento se entregó a la Justicia, después de haber estado cuatro meses prófugo, “para hacer las cosas bien. Pero a la Justicia de Rosario no le sirve, al gobierno no le sirve. Empujan a la gente a la violencia, a matar, a asesinar”.

El Pollo agregó que se entregó porque la familia se lo pidió, pero que no tiene nada que ver con los crímenes de los que se lo acusa. “Presenté las pruebas, filmaciones, testigos. Y terminé preso. Los asesinos están en la calle, entran por una puerta y salen por la otra”, afirmó.

Además, resaltó que sus hermanos eran gente de trabajo, sin prontuario. “A uno de mis hermanos lo mataron el 31 de diciembre, trabajando hasta fin de año. A mi otro hermano en el mismo lugar, también trabajando. Y yo era el asesino. Los que no tenemos nada que ver estamos presos; los asesinos están en la calle”, enfatizó.

En ese sentido, sostuvo que cuando fue el crimen de Cantero él estaba en su casa y salió recién al otro día. Y que del otro homicidio que le achacan la víctima “se tiroteó con la policía”.

Pero trascartón agregó: “No soy ningún perejil; te empujan a que uno haga las cosas mal”.

Y después mandó un mensaje que bien puede sonar mafioso: “Los que mataron a mi hermano son los verdaderos perejiles. Cómo me van a tocar la familia, la familia es algo sagrado que se respeta”. Además, dijo que no teme por su vida. “Lo de mi hermano me hace sentir mal pero a la vez me hace sentir más fuerte”.