La decisión del gobierno brasileño de instalar expendedoras de preservativos en escuelas medias públicas, como parte de una campaña de promoción del sexo seguro, despertó una fuerte polémica con sectores que sostienen que ésto acelera el inicio de las relaciones sexuales entre los jóvenes.

Los ministerios de Salud y Educación brasileños afirmaron que la instalación de las máquinas tiene por objetivo promover desde las escuelas el sexo seguro, a través de una campaña que comenzará el año entrante.

El Ministerio de Educación local organizó un concurso entre escuelas técnicas para elegir el diseño de las expendedoras, que ya están instaladas en el 17 por ciento de las escuelas medias públicas brasileñas.

Entre los críticos a la medida está el asesor del Programa de Lucha Contra el Sida del Ministerio de Salud de Brasil, Ivo Brito, para quien "algunas escuelas, no tienen aún un plan pedagógico sobre educación sexual". "Los maestros necesitan estar capacitados para que el programa sea integral", dijo el funcionario.

En tanto, el ex ministro de Educación y senador federal Cristovam Buarque, del Partido Demócrata Laborista (PDT), opinó que el plan es "superficial".

"El problema no es la falta de dinero para la compra de preservativos, sino la falta de educación sexual -dijo-. Temo también que para los alumnos más chicos eso incida negativamente en un inicio precóz en materia sexual".

Desde el consultorio de sexualidad del Hospital Sao Paulo, Carolina Carvalho le respondió que la iniciación de los adolescentes "ya está acelerada. Están teniendo relaciones cada vez más temprano", concluyó.