El ejercicio de por vida ayuda a los mayores a mantener sus corazones sanos, muestra una investigación reciente. En el estudio participó gente sana mayor de 65 años, sin enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión, que fueron reclutados de otro estudio en que habían estado reportando su actividad física semanal durante los quince a 25 años anteriores.

Para el nuevo estudio, presentado en la reunión anual de la American Heart Association en Orlando, Florida, los participantes se sometieron a pruebas de estrés cardiopulmonar, ultrasonidos del corazón y vasos sanguíneos, y otras pruebas para evaluar la salud cardiaca.

Mientras más ejercicio habían hecho los participantes durante sus vidas (según se medía por el número de días por semana de ejercicio), más probable era que hubieran preservado las características juveniles del corazón, afirmaron el doctor Paul Bhella, del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, y colegas.

Por ejemplo, los que hacían ejercicio de cuatro a cinco veces por semana durante sus vidas tenían alrededor del 54 por ciento del beneficio observado en los atletas “maestros”, mientras que los que hacían ejercicio de dos a tres veces por semana tenían el 42 por ciento del beneficio.

Los atletas maestros son personas mayores que han hecho ejercicio de seis a siete veces por semana durante quince a 25 años, y que han retenido el cien por ciento de las características juveniles de sus corazones, y tienen corazones similares a los de personas de treinta años.

En otra investigación presentada en la reunión, los investigadores encontraron que la terapia con células madre mejora la función cardiaca, capacidad de ejercicio y resultados en pacientes con corazones gravemente agrandados causados por cardiomiopatía dilatada y arterias coronarias normales.

Los pacientes del estudio se sometieron a un procedimiento en que células madre derivadas de la médula ósea se administraron a la parte lesionada de su músculo cardiaco. La dimensión y función de los corazones de los pacientes, la capacidad de ejercicio y marcadores de progresión de la insuficiencia cardiaca se midieron antes y después de tres meses tras la terapia con células madre.

Un año más tarde, la supervivencia de los pacientes tratados con células madre era de 93 por ciento, frente a 70 por ciento de los pacientes que no recibieron dicha terapia. Los pacientes de terapia de células madre también mostraron una mejora en la función cardiaca, una mayor capacidad de ejercicio y una reducción en los marcadores de progresión de la insuficiencia cardiaca.

Aunque estos resultados son preliminares, sugieren que la terapia con células madre podría convertirse en una importante opción de tratamiento para los pacientes con agrandamiento del corazón avanzado debido a cardiomiopatía dilatada, aseguraron el doctor Bojan Vrtovec, del Centro Médico Liubliana en Eslovenia, y colegas.

Fuente: Health Day