Estados Unidos anunció que abrirá otras dos pistas de aterrizaje en Haití y arrojará más suministros desde el aire, para aliviar la presión sobre el aeropuerto de Puerto Príncipe, donde buena parte de la asistencia se acumula sin ser repartida.

La buena voluntad internacional llenó de agua, víveres y medicamentos el aeropuerto de la capital haitiana, que sólo cuenta con una pista operativa, pero la falta de infraestructura y de coordinación para su distribución atrasa su llegada a los damnificados.

Estados Unidos pretende reventar ese cuello de botella con la apertura de dos aeropuertos alternativos en un plazo de entre 24 y 48 horas "para aliviar la presión sobre Puerto Príncipe", dijo el general Daniel Allyn en una rueda de prensa en la sede del Pentágono.

El primero está en el municipio haitiano de Jacmel, donde aterrizarán aviones de carga Hércules para dar apoyo a las operaciones de asistencia humanitaria de Canadá, explicó Allyn, el "número dos" de las operaciones militares de Estados Unidos en Haití.

Desde allí se ampliará la asistencia a los provincias del sur de Haití.

La otra pista está localizada en la ciudad dominicana de San Isidro, indicó el general.

El Pentágono pretende además llevar a cabo nuevos vuelos para arrojar víveres y agua desde el aire.

El lunes realizó la primera operación de ese tipo, cuando un avión C-17 que había salido desde Carolina del Norte tiró 15.000 paquetes de comida preparada y 15.000 litros de agua al nordeste de Puerto Príncipe, según Allyn.

El general dijo que eso no se hizo antes porque se necesitan tropas en el terreno para asegurar el área donde cae la ayuda y organizar su reparto, de forma que no se cree una situación "caótica".

El miércoles pasado, el Pentágono había descartado la posibilidad de arrojar la ayuda humanitaria desde el aire, por temor a que hubiera disturbios.

Sin embargo, la llegada de miles de soldados estadounidenses a Haití y la congestión en el aeropuerto de Puerto Príncipe le han llevado a decantarse ahora por ese tipo de operaciones.

Mientras, en el aeropuerto de Puerto Príncipe continúan aterrizando algunos aviones que simplemente descargan la ayuda, sin hacer arreglos para su reparto o su almacenamiento, se quejó hoy Jon Andrus, subdirector de la Organización Panamericana de Salud (OPS), la filial en América de la OMS.

Además, algunos equipos están llegando "sin apoyo logístico suficiente", por lo que Andrus pidió en una rueda de prensa en Washington que los cooperantes que aterricen en Puerto Príncipe sean "autosuficientes".

"Tenemos que coordinarnos mejor. Este tema es un desafío. Sabemos que ha habido tensiones" entre diversos países, por la falta de una dirección clara de la campaña de ayuda, dijo.

Algunos países han criticado a Estados Unidos por presuntamente dar prioridad al aterrizaje de sus vuelos en el aeropuerto, que controla, y por su fuerte presencia militar en el país.

Esa presencia se reforzó hoy con el desembarco de los primeros marines de un contingente de 800 que respaldarán las operaciones de ayuda en el oeste de Puerto Príncipe.

El reparto de la asistencia se ve dificultado por actos de violencia en "algunos focos" de Haití, según ha admitido el Pentágono.

No obstante, Estados Unidos se resistió hoy a dar tareas policiales a sus tropas.

Allyn dijo que el Pentágono cree que los "cascos azules" desplegados en Haití y la policía de ese país tienen suficiente capacidad "para responder a los incidentes emergentes de inestabilidad" en la capital.

En todo caso, el general señaló que Estados Unidos colabora con el Gobierno del país caribeño "para mantener el orden y para evitar que la seguridad se empeore y afecte" a la capacidad de "llevar ayuda de emergencia a la población".