Una persona que trabaja en el rubro petrolero descubrió restos fósiles de gran relevancia en la zona de Sierra Chata, Neuquén. Se trata de anfibios prehistóricos. Los investigadores afirman que estos tesoros paleontológicos brindarán un gran aporte a la ciencia sobre el conocimiento de la biota Mesozoica de la región. La importancia es porque se trata de un hallazgo muy poco común en el grupo de los sapos y las ranas y podría revelar variedades de 100 millones de años atrás.
Los paleontólogos Juan Porfiri y Doménica Santos del Museo de Ciencias Naturales que depende de la Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), comenzaron a investigar cuando la persona que trabaja en el rubro petrolero se acercó al museo y les comunicó sobre un hallazgo de restos fósiles en la zona de Sierra Chata, en el departamento Añelo.
Luego de solicitar la autorización correspondiente a la Dirección de Patrimonio Cultural de la provincia de Neuquén, el equipo de investigadores se dirigió al sitio para chequear el material fósil.
Tras recorrer varios kilómetros, en un paisaje dominado por cañadones secos y grandes bardas estratificadas, llegaron al sitio donde se encontraron con niveles fosilíferos del período Cretácico Superior donde aflora una de las formaciones más basales del Grupo Neuquén.
Una vez realizadas las primeras inspecciones se pudo corroborar que el área es extremadamente rica desde el punto de vista paleontológico, y que esos niveles estaban dominados por pequeños huesos que formaban parte del esqueleto de microvertebrados, predominando miles de huesos de anfibios.
Según informaron, los investigadores hacen énfasis en que estos hallazgos son muy pocos frecuentes de realizar, y que se trata de un lugar con una gran riqueza paleontológica ya que las especies de anfibios fósiles que se conocen para esos tiempos en Sudamérica es muy pobre.
Además, junto a estos miles de ejemplares, se encontraron asociados otros fósiles de vertebrados característicos de la Era Mesozoica como lo son restos de tortugas, cocodrilos, dientes y pequeños dinosaurios.
Algunos de los materiales que se encontraban sueltos en la superficie y estaban en riesgo fueron levantados del lugar y trasladados al museo de la UNCo donde ya están siendo tamizados y analizados.



