El show debe continuar, y continuará. Los capitanes y referentes de los distintos equipos de primera división que se reunieron este jueves en un coqueto hotel porteño así lo decidieron, por lo que la fecha del fin de semana en todas las divisiones del fútbol argentino se jugará con normalidad. De todos modos, adelantaron que habrá otra reunión este lunes y que, de existir nuevos casos de violencia, se podría suspender la próxima fecha.

El encuentro, organizado casi de urgencia y a horas del primer partido de la jornada, fue para analizar la crítica situación que atraviesa el fútbol. Si bien en un principio había consenso en parar el fútbol, se evaluaron todas las alternativas posibles y finalmente la decisión fue jugar. Según contó tras la asamblea el titular de Futbolistas Argentinos Agremiados, Sergio Marchi, los jugadores “tienen miedo”.

La violencia en el fútbol no es un fenómeno nuevo, pero tras las presuntas amenazas de parte de barras de diferentes clubes el tema volvió a ser debatido. De hecho, después de una escalada de violencia la AFA determinó que las hinchadas visitantes no podrán asistir a los estadios en lo que resta del torneo y que solo podrán entrar a la cancha los que sean socios del club.

“Los futbolistas tienen miedo, esto (por la reunión) es simplemente una alerta. El lunes nos juntaremos en asamblea general en la sede de Agremiados, para ponernos de acuerdo qué pedir y transmitirlo a las autoridades, quienes deben ponerse al frente en esta pelea”, informó Marchi, quien advirtió que en ese encuentro “todo puede pasar”.

“En la pirámide de responsabilidades no estamos en la cima, nosotros estamos limitados en nuestro accionar”, añadió el dirigente en representación de los jugadores en referencia a la lucha contra la violencia, en todos sus tipos, que azota hoy al fútbol en el país.

Marchi habló también sobre la decisión de la Asociación del Fútbol Argentino de limitar la concurrencia a las canchas, sobre la que ejemplificó: “Si se meten dos delincuentes en un barrio, vos no dinamitás todo el barrio. Acá hay que hacer un tratamiento quirúrgico”, consideró, pidiendo que no se afecte a todos por culpa de unos pocos.