Gabriel Heinze vive horas felices. El Gringo llegó de Roma a Newell’s, entrenó y habló. Este lunes, tras su primera práctica en Bella Vista, el defensor de la selección nacional explicó por qué quiso volver a Rosario, dijo que está para jugar y tildó a este como “el desafío más grande de todos porque esta es mi casa”.

“Después de tantos años que no he venido más acá, está todo cambiado. Hace 48 horas estoy sintiendo cosas cada vez más lindas: son muchos años, y siento lo que se siente cuando una persona viene a casa después de quince años: es todo distinto”, arrancó el zaguero.

Aseguró que “todos los que estamos acá, como Maxi o yo, es porque quisimos venir. Y esto habla muy bien del cariño que uno le puede tener a estos colores. Siempre hay que demostrarlo con hechos y se está demostrando”.

“Yo quise venir acá, yo lo decidí porque hablé con la persona indicada, que era Martino, y listo. Esto genera una alegría tremenda, porque vuelvo a casa y creo que voy a estar el resto de mi vida en estos pagos”, añadió.

Consultado sobre sus posibilidades de jugar el lunes que viene, Heinze contó: “Hace más de un mes que vengo entrenando, vengo de una pretemporada, íbamos a empezar el 26. Si juego o no es para el entrenador. Tengo que conocer a mis compañeros, esto es todo nuevo. Lo que tengo que hacer es ponérsela difícil al técnico la hora de elegir”.

“Vine porque quise, por mi corazón y por mi cabeza. Yo tomé la decisión de venir. Tomo la decisión porque estaba cansado de estar ahí, porque son muchos años y puse en la balanza muchas cosas. El fútbol me dio mucho, pero extraño a mi familia, mi lugar, muchas cosas: me llegó la ficha a la cabeza de que es hora de volver y listo”, agregó.

Acerca del nivel que espera encontrar del fútbol argentino, dijo: “Qué me espera, no sé; yo jugué en Reserva antes de irme y lo miro por la televisión como ustedes. Hasta que pise una cancha, no te puedo dar una respuesta. Me siento muy argentino y dije cómo no voy a terminar en mi país, en el fútbol que me formó”.

“Hoy para mi este es el escalón más importante, porque vengo a la casa que me formó, tengo que demostrar en qué situación voy a estar, sé de los ojos que me van a estar mirando. Esto es un desafío muy grande porque es mi casa”, señaló.

Y finalmente remarcó: “Tomé la decisión y Dios quiera que esté bien; y si me he equivocado, no me importa nada porque la tomé con el corazón”.

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Heinze evidenció su "gran alegría" por el retorno