El decano vivió una noche de película. Una previa escandalosa que terminó en una noche de gloria. Es que la aerolínea que debía trasladar al plantel de Atlético Tucumán desde Guayaquil, en Ecuador, tuvo problemas de papeles y el vuelo se demoró por algo más de dos horas, poniendo en riesgo la disputa del partido. A contrarreloj y con el embajador argentino Luis Juez acompañando a la delegación, el equipo que dirige Pablo Lavallén llegó al estadio Atahualpa, se calzó la ropa que utiliza el seleccionado argentino sub 20 ante la demora de la llegada de la utilería y saltó a la cancha para ganar el encuentro con rebeldía y actitud. Y lo logró. Con gol de Fernando Zampedri venció 1 a 0 al conjunto ecuatoriano y pasó a la tercera fase donde enfrentará a Junior de Barranquilla.

Que el momento que vive Atlético Tucumán es histórico no lo duda nadie. Por primera vez está participando de la fase previa de la Copa Libertadores, pero no todo salió como estaba previsto y eso hizo más especial el presente. Las especulaciones acerca del horario de aterrizaje y el tiempo que le demandaría al plantel acceder desde el aeropuerto al estadio provocaron que el juego prácticamente quedara en un segundo plano.

"Fue descarado lo que nos hicieron, alguien paró el avión. Hoy no tenemos dimensión del esfuerzo y el partido que hicieron mis jugadores, pero quedará en la historia del club. Dios es justo", dijo el técnico del decano.

Atlético Tucumán debía ganar sí o sí, teniendo en cuenta que el partido de ida había terminado 2 a 2 en Argentina, por lo que el gol de Fernando Zampedri en el segundo tiempo significó la gloria absoluta. Ahora el siguiente rival será Junior de Barranquilla, que en caso de ganarle permitirá que el conjunto tucumano acceda a la fase de grupos del mayor certamen continental.