Ojalá que la tercera no sea la vencida y Bob Dylan tenga otra oportunidad con el público argentino. Es que el mítico músico norteamericano se está yendo de la Argentina y ya muchos esperan su regreso. Este martes, será Rosario el puerto de despedida desde donde sus seguidores le digan hasta luego, con la sensibilidad en los oídos aún despierta. Es la primera vez que el músico arriba a la ciudad, a pesar de que en dos ocasiones ya pisó suelo argentino.
Así, este martes 18 de marzo, Dylan dejará sentir sus acordes de armónica desde el Hipódromo de Rosario. Allí se congregarán miles de fans a la espera de escuchar a este ídolo que reúne a distintas generaciones bajo el mismo cielo. Antes de que despliegue su repertorio, el prestigioso bajista Javier Malosetti calentará motores desde las 20, sacando brillo de las cuerdas, tal cual lo sabe hacer. Después, a las 21, vendrá Bob con su Never Ending Tour, un grupo de canciones que viene interpretando en el mundo desde 1988, casi como en una gira sin fin.
La producción del recital en el Hipódromo informó que no se permitirá el ingreso con cámaras de fotos, grabadores ni filmadoras, por expreso pedido del músico. Mientras, desde las 16 se venderán entradas en la puerta del predio, que a las 18.30 se abrirá para el ingreso del público.
Dylan realizó el jueves último el primero de sus conciertos en Argentina en el estadio Orfeo de la provincia de Córdoba (centro) y el sábado pasado tocó en Buenos Aires donde reunió a 25 mil seguidores. Esa noche, Dylan se vistió de negro y usó sombrero al tono. El mayor emblemático del folk estadounidense congregó a varias generaciones en el estadio de Vélez Sarfield para repasar hitos de su discografía como Lay Lady Lay y Like a Rolling Stone.
Por su parte, León Gieco, confeso seguidor de Dylan, fue el telonero del concierto en el que también subieron al escenario Charly García y Gustavo Santaolalla. Además, Dylan estuvo acompañado por Tony Garnier en bajo, George Recile en batería, Stu Kimball y Denny Freeman en guitarras y Donnie Herron en violín y banjo.
En apenas 17 canciones el músico repasó los momentos clave de su carrera que surgió en la década del 60 en el movimiento folk, pero que transitó hasta el presente varios géneros hasta convertirse en un clásico de todos los tiempos.
Dylan pasará una vez más por la Argentina, dando fe de su influencia en la música del siglo XX, demostrando que es pionero y que su voz aún resuena con fuerza en sus letras y melodías.


