Un niño de 8 años de Estados Unidos se convirtió este miércoles en la persona más joven en haber recibido un doble trasplante de mano, tras una operación exitosa que duró 11 horas y en la que trabajaron cuatro equipos distintos de cirujanos.

El nene había perdido las manos a los dos años a causa de una infección, por lo que fueron amputadas para salvarle la vida. Los médicos tuvieron que unir los viejos y nuevos huesos, además de llevar una minuciosa tarea de reconectar arterias, venas, músculos, tendones y nervios.

Los antebrazos de Zion Harvey, de Baltimore, Estados Unidos, todavía están vendados tras la cirugía realizada en el Hospital de Niños de Filadelfia y debe de tener cuidados intensivos de entre 8 y 10 meses de recuperación antes de poder utilizarlos.

“Es extraño al principio, pero luego se siente bien”, dijo el nene sobre sus nuevas prótesis, según contó el doctor Scott Levin, líder de la cirugía.

No fue el primer trasplante para el pequeño que contrajo sepsis que le provocó múltiples fallos de órganos y que forzaron la amputación de manos y pies: a los 4 años recibió el riñón de su madre y unas prótesis en las piernas.

El niño, que permanece internado y recibiendo medicamentos, había sido elegido para este doble trasplante debido a su buen estado de salud.