La Facultad de Humanidades de Rosario logró que lluevan libros pero no como metáfora de un presente colmado por la cultura, sino como resultado de una decisión al menos polémica: estaban tirando los ejemplares desde un primer piso hacia una jaula como paso previo a desprenderse de esos bienes públicos.

El hecho fue advertido por los alumnos de esa casa de altos estudios de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) este jueves a la tarde. Los estudiantes impidieron que esa acción se concretara.

“Cuando llegamos a la facultad vimos que estaban tirando libros a las jaulas (un espacio de metal en la planta baja). Las autoridades salieron a decir que eran libros viejos y que no había espacio para guardarlos, pero se trata de ejemplares que seguimos usando y que a veces faltan en la biblioteca”, denunció a Telenoche una de las estudiantes que se involucró en el tema.

“Dicen que son viejos pero hay ediciones del 2000, del 97, libros nuevos y únicos que son importantísimos, incluso reliquias que son inconseguibles”, agregó otro de los jóvenes que impidió la destrucción de los libros.

El docente Héctor Piccoli se sumó a la protesta y recordó que hace 20 años él vivió algo similar y con otro grupo de estudiantes rescataron libros que iban a ser tirados. En este caso, las autoridades lo recibieron y le aseguraron que se trataba de material repetido pero que de todas formas iban a revisar la decisión.

“Era impactante ver cómo se destrozaban los libros en el piso. Ese el modelo de educación que hoy tienen las autoridades”, reclamó otro estudiante frente a las cámaras de Canal 3.