El jardín maternal situado en Comodoro Rivadavia en el que habían amordazado y atado a un niño de pocos meses de vida fue cerrado luego del enorme revuelo que provocó la difusión de la foto que confirmó el maltrato. Pero no sólo eso: también se registró este martes a la madrugada un incendio intencional.

La información sobre el incendio fue confirmada por fuentes policiales, que aseguraron que una dotación de bomberos logró sofocar las llamas sin que se produjeran mayores daños en el lugar.

En tanto, el cierre e confirmó luego de que los padres de los niños que asistían al jardín se movilizaran en la ciudad chubutense para pedir explicaciones por el hecho.

Además, el ministro de Educación provincial, Luis Zaffaroni, dijo al diario Crónica (Chubut) que el establecimiento denunciado por maltrato infantil "no cuenta con habilitación" para funcionar como jardín maternal, sino que sólo se inscribía dentro de la actividad de "sala lúdica".

Según publicó hoy el diario Patagónico, también comprobaron que había mordazas de cinta de embalar ya usadas hace tiempo, sogas y piolines en las sillas de los bebés. Incluso se observó la presencia de las cintas de enmascarar en la silla con la que a la bebé de la imagen que recorrió el país le habrían encintado la boca.

“Corroboramos que están todas las sillitas con las cintas puestas” dijo Cecilia, quien lleva a su hijo hace siete meses al jardín. “Es inexplicable lo que se siente, impotencia, bronca. Y somos padres educados, si no le estaríamos destrozando el jardín” dijo.

Nuevas denuncias de maltrato

La foto de la beba amordazada, que circuló por la web y llegó a todos los medios de comunicación nacionales, fue tomada por una maestra de música llamada Victoria Gauna, quien esta tarde hizo nuevas revelaciones.
"Había visto algunas veces tirarles de los pelos a los chicos, sentarlos y dejarlos horas llorando eternamente", contó la docente, en diálogo con Radio del Mar.

La mujer también rememoró cómo sucedieron las cosas el día que sacó la foto que hizo estallar la noticia: "Estaba en la clase y fui a donde los chicos van a comer, porque ya me retiraba del jardín; dejé a los bebés sentados en la mesa, y noté a esta nena que estaba llorando y gritando, entonces me acerqué a verla: estaba mirando para el patio con su sillita y con una cinta pegada (en la boca)".

"En el momento se me ocurrió sacarle una fotografía, pero creo que tendría que haber actuado de otra forma; no reaccioné para llamar a la policía en el momento", lamentó Gauna.

Finalmente, la maestra de música dijo que en las últimas horas recibió amenazas. "Me asusté porque tengo un bebé de un año y no quiero que le pase nada. Hice mal en no venir a la policía en ese momento", completó.