Matías Manna (*)
No sabe a qué juega y eso es determinante. Tal vez ese sea el principal rol de un entrenador: exhibir su sentir a sus dirigidos y convencerlos para que en conjunto hablen un mismo idioma. Rosario Central no lo hace.
La mayor indefinición del equipo se basa en su construcción ofensiva. Tras observar el video de esta semana, tal vez algunos de ustedes puedan ver algún tipo de algoritmo, organización o matices que se repitan en algunas jugadas en el partido frente a Ferro. Pero les resultará muy difícil. Lo mismo pasa si recorren los artículos dedicados a Rosario Central de esta sección. Partido a partido, Central parece no tener claro cuáles son sus fortalezas en sus ataques. Ataca con demasiada aleatoriedad. Por momentos parece buscar la amplitud del campo (con Becker, Lagos, Medina o Encina en las alineaciones) pero en otros busca únicamente espacios internos y ataques centrales (García de enlace con Bracamonte; la dupla Costa-Toledo; la eclosión de Coniglio).
No sabe a qué juega y eso es determinante. Tal vez ese sea el principal rol de un entrenador: exhibir su sentir a sus dirigidos y convencerlos para que en conjunto hablen un mismo idioma. Rosario Central no lo hace.
La mayor indefinición del equipo se basa en su construcción ofensiva. Tras observar el video de esta semana, tal vez algunos de ustedes puedan ver algún tipo de algoritmo, organización o matices que se repitan en algunas jugadas en el partido frente a Ferro. Pero les resultará muy difícil. Lo mismo pasa si recorren los artículos dedicados a Rosario Central de esta sección. Partido a partido, Central parece no tener claro cuáles son sus fortalezas en sus ataques. Ataca con demasiada aleatoriedad. Por momentos parece buscar la amplitud del campo (con Becker, Lagos, Medina o Encina en las alineaciones) pero en otros busca únicamente espacios internos y ataques centrales (García de enlace con Bracamonte; la dupla Costa-Toledo; la eclosión de Coniglio).
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Algunos entrenadores adaptan sus intenciones ofensivas en relación al rival; "el lateral izquierdo rival no cierra bien, pondré a un zurdo por ese lado para que le busque su lado interno", otros técnicos buscan solidificar relaciones y cultura en sus dirigidos y repiten un modelo en cualquier cancha y ante cualquier rival. Existen también los que dejan librado los ataques a las características innatas de sus jugadores. En definitva, cada uno con sus intenciones, necesidades y libreto, pretenden comunicar sus ideas para ayudar a sus respectivos equipos. Lo peor que le puede ocurrir a un entrenador es que no satisfaga esa necesidad.
Por suerte, ahora también en el fútbol existen publicaciones de entrenadores y analistas que ponderan el intercambio de experiencias y reconceptualizaciones en el juego. Algo que no era tan usual en la disciplina, como sí lo es desde hace tiempo, por ejemplo, en el básquet. Desde esta sección citamos a algunas de ellas. En su mayoría, todas defienden la idea de no dividir el fútbol en fases (ofensivas y defensivas) ya que comprenden el juego con un todo que integra distintas organizaciones. “Lo importante radica en las transiciones entre ambas", dice el futbolista Juan Carlos Valerón, en actividad con 37 años. Agregó a sus actuciones como mediapunta del Deportivo La Coruña, en la primera división española, un libro (1) que ayuda a comprender el entrenamiento del fútbol ofensivo a través de interpretaciones y ejercicios de entrenamiento. ¿Se imaginan a un jugador de nuestro fútbol actual escribiendo un libro sobre estas cuestiones?. En su publicación, Valerón nos ayuda a contextualizar el presente de Rosario Central: "Estudia bien las posibilidades que te ofrece una plantilla y luego decide la mecánica de juego", "el talento no es sólo técnico sino interpretativo”, “el orden no es un laberinto por el que moverse sin posibilidad de cambio, sino todo lo contrario".
Con todo esto, no pretendemos que los equipos se esquimaticen en sus formas y repitan fórmulas y métodos durante todos los encuentros. Pero haciendo un simple listado de los jugadores incluidos en el ataque canalla durante los primeros doce partidos de este torneo, se exhibe la inconformidad del entrenador con los resultados obtenidos en los ataques planeados. Ante Ferro lo buscó por arriba y por abajo, con juego aéreo o con asociaciones. Pero no pudo. Si atacás mal, defendés peor. Y Central puede seguir sufriendo este aspecto. Muchas veces la inercia es la única marca de identidad de este Rosario Central. La inercia que hace culminar las jugadas con demasiado apuro o, también, con demasiada ralentización aguardando algún espacio que nunca aparece. Cuando no existe una identidad marcada, el estado de un equipo es muy permeable. Tal vez por eso parece más contagiarse de la desconfianza y de la histeria de su populosa hinchada que del discurso que emite Miguel Angel Russo.
(1) - LAVANDEIRA, Javier; VALERÓN, Juan Carlos (2012) "El entrenamiento del fútbol ofensivo", Editorial Círculo Rojo, España.
Disección del video: Diego Navone y Matías Manna
(*) Matías Manna (@matiasmanna) es autor del libro Paradigma Guardiola (Ara Llibres), creador del blog que lleva el mismo nombre. Entrenador de fútbol profesional y asesor e integrante de cuerpos técnicos de nivel internacional, nacional y regional. Egresado de la carrera de Posgrado Comunicación Digital Interactiva (Universidad Nacional de Rosario) – Licenciado en Periodismo (UNR). Docente universitario. Gestor de @ParadigmaPep, medio de comunicación rosarino con más seguidores en Twitter.
Algunos entrenadores adaptan sus intenciones ofensivas en relación al rival; "el lateral izquierdo rival no cierra bien, pondré a un zurdo por ese lado para que le busque su lado interno", otros técnicos buscan solidificar relaciones y cultura en sus dirigidos y repiten un modelo en cualquier cancha y ante cualquier rival. Existen también los que dejan librado los ataques a las características innatas de sus jugadores. En definitva, cada uno con sus intenciones, necesidades y libreto, pretenden comunicar sus ideas para ayudar a sus respectivos equipos. Lo peor que le puede ocurrir a un entrenador es que no satisfaga esa necesidad.
Por suerte, ahora también en el fútbol existen publicaciones de entrenadores y analistas que ponderan el intercambio de experiencias y reconceptualizaciones en el juego. Algo que no era tan usual en la disciplina, como sí lo es desde hace tiempo, por ejemplo, en el básquet. Desde esta sección citamos a algunas de ellas. En su mayoría, todas defienden la idea de no dividir el fútbol en fases (ofensivas y defensivas) ya que comprenden el juego con un todo que integra distintas organizaciones. “Lo importante radica en las transiciones entre ambas", dice el futbolista Juan Carlos Valerón, en actividad con 37 años. Agregó a sus actuciones como mediapunta del Deportivo La Coruña, en la primera división española, un libro (1) que ayuda a comprender el entrenamiento del fútbol ofensivo a través de interpretaciones y ejercicios de entrenamiento. ¿Se imaginan a un jugador de nuestro fútbol actual escribiendo un libro sobre estas cuestiones?. En su publicación, Valerón nos ayuda a contextualizar el presente de Rosario Central: "Estudia bien las posibilidades que te ofrece una plantilla y luego decide la mecánica de juego", "el talento no es sólo técnico sino interpretativo”, “el orden no es un laberinto por el que moverse sin posibilidad de cambio, sino todo lo contrario".
Con todo esto, no pretendemos que los equipos se esquimaticen en sus formas y repitan fórmulas y métodos durante todos los encuentros. Pero haciendo un simple listado de los jugadores incluidos en el ataque canalla durante los primeros doce partidos de este torneo, se exhibe la inconformidad del entrenador con los resultados obtenidos en los ataques planeados. Ante Ferro lo buscó por arriba y por abajo, con juego aéreo o con asociaciones. Pero no pudo. Si atacás mal, defendés peor. Y Central puede seguir sufriendo este aspecto. Muchas veces la inercia es la única marca de identidad de este Rosario Central. La inercia que hace culminar las jugadas con demasiado apuro o, también, con demasiada ralentización aguardando algún espacio que nunca aparece. Cuando no existe una identidad marcada, el estado de un equipo es muy permeable. Tal vez por eso parece más contagiarse de la desconfianza y de la histeria de su populosa hinchada que del discurso que emite Miguel Angel Russo.
(1) - LAVANDEIRA, Javier; VALERÓN, Juan Carlos (2012) "El entrenamiento del fútbol ofensivo", Editorial Círculo Rojo, España.
Disección del video: Diego Navone y Matías Manna
(*) Matías Manna (@matiasmanna) es autor del libro Paradigma Guardiola (Ara Llibres), creador del blog que lleva el mismo nombre. Entrenador de fútbol profesional y asesor e integrante de cuerpos técnicos de nivel internacional, nacional y regional. Egresado de la carrera de Posgrado Comunicación Digital Interactiva (Universidad Nacional de Rosario) – Licenciado en Periodismo (UNR). Docente universitario. Gestor de @ParadigmaPep, medio de comunicación rosarino con más seguidores en Twitter.
