Ya parece algo normal: incidentes entre hinchas y policías interrumpieron otro partido. El clásico de Avellaneda que Independiente le ganaba como local a Racing por 2 a 0 fue suspendido en el segundo tiempo por el árbitro Horacio Elizondo por los hechos de violencia que se comenzaron a producir en la tribuna popular de la Academia.

A los 19 minutos del complemento, un grupo de la hinchada de Racing no toleró la derrota que estaba sufriendo su equipo y comenzaron los desmanes, que obligaron a la represión policial, desatando el caos.

En la cancha, el Rojo ganaba por 2-0 con goles de Daniel Montenegro: el primero, de penal, a los 6 minutos del primer tiempo y el segundo, con una exquisita definición, a los 7 del segundo.

Más tarde, el entrenador del Rojo, Jorge Burruchaga, se lamentó al decir que "es una lástima que no se haya podido terminar el partido porque Independiente merecía el triunfo".

A su turno, el DT de Racing, Reinaldo Merlo, se mostró furioso por la suspensión y responsabilizó a los organizadores al considerar que "la seguridad, el Coprosede y todo eso, es un verso". "No pude ver cómo empezaron los incidentes pero es una barbaridad lo que pasó. Nadie lo puede controlar... Nosotros queríamos seguir jugando el partido pero tuvo que suspenderse", protestó Mostaza.