Los avances de la ciencia suelen sorprender y este es el caso. En un inédito trasplante dominó, una mujer recibió el hígado enfermo de otra paciente que acababa de recibir parte del hígado sano de su hijo. La receptora tenía una hepatitis fulminante, estaba en estado de coma avanzado y con altísimo riesgo de murte cerebral. El órgano enfermo le permitió extender su vida doce horas más, hasta tanto recibió un órgano sano de un donante cadavérico.

Según la información suministrada por el hospital Austral, las protagonistas de esta historia son la cordobesa Alicia Carmen Torres, de 42 años, quien recibió el inédito trasplante. Y Silvia Zapata, de 59 años, quien descubrió al despertarse de su cirugía que al "donar" su órgano enfermo se había convertido en eslabón clave de un hecho histórico..

Alicia llegó al hospital Austral de Buenos Aires el pasado 22 de octubre con un diagnóstico de hepatitis aguda grave. Su estado se deterioró rápidamente. En apenas cuatro días ingresó en un coma profundo y respiraba gracias a aparatos. De no recibir un trasplante urgente,o era alto el riesgo de daño cerebral irreversible. Por eso, desde el 25 de octubre, figuraba primera en la lista nacional de emergencia del Incucai, pero el hígado para salvar su vida no llegaba.

Silvia debía ser trasplantada para curarse de una enfermedad que le generaba tumores en el hígado. Dada la dificultad de recibir un órgano de donante cadavérico ya que su condición no calificaba para el Incucai, se dispuso que el donante fuera un familiar: su hijo menor.

Cuando se realizó la cirugía, el 27 de octubre, los médicos consideraron la posibilidad de utilizar su hígado "enfermo" para permitir que Alicia viviera hasta tanto se consiguiera un órgano sano (hígado cadavérico). Casualmente ambas mujeres eran compatibles por tener el mismo tipo de sangre. Los médicos confiaban en que este hígado podía funcionar, revertir la progresión del edema cerebral y evitar la muerte de Alicia.

Dado que no existía precedente de una situación similar, ante la desesperante situación de Alicia se solicitó una reunión de urgencia del Comité de Ética del Hospital Universitario Austral y se entrevistó a ambas familias. Luego se le pidió autorización al Incucai para realizar el procedimiento mientras se requería que se mantuviera la prioridad de Alicia en la lista de espera.

A las pocas horas del inédito trasplante, apareció un hígado “sano” para Alicia. Doce horas después de la primera operación, se pudo realizar la segunda y definitiva. Al tercer día del trasplante, Alicia se despertó del coma y comenzó a recuperarse sin secuelas. Le dieron el alta a las dos semanas y media de la segunda operación.