Frente a la demanda incesante de ingenieros y técnicos para las industrias y empresas de la Argentina, las facultades se encuentran ante un alto porcentaje de deserción en los primeros años y una tasa muy baja de egreso como consecuencia de que la mayoría de los alumnos avanzados es captado por compañías para realizar tareas técnicas.
En un encuentro en Tucumán, más de 40 decanos y secretarios académicos de las facultades de ingeniería de todo el país se reunieron para analizar las mayores problemáticas del sector y coordinar acciones conjuntas para enfrentar los obstáculos. En el encuentro, el Ministerio de Educación de la Nación difundió datos preocupantes sobre la situación de los estudiantes.
Los decanos de las facultades de Ingeniería del país analizaron la deserción. Según la cartera educativa, “el 60 por ciento de los inscriptos abandona la carrera en el primer año”, en ese sentido se indicó que la razón de mayor peso es la económica. Además indicó que, en los siguientes años, “un 40 por ciento la deja por necesidad de trabajar”. Además sólo egresa un 17 por ciento. Según precisaron cronistas de medios tucumanos, entre otras cosas, los decanos propusieron que se capacite a los docentes del secundario público, que –dijeron– deben preparar mejor a los chicos en matemática, física y química.
El estudio también señala que quienes abandonan la carrera en los últimos años lo hacen porque las empresas los captan para tareas que hace 15 años realizaban los técnicos de nivel medio. “Son absorbidos por el mercado laboral que les exige altísima dedicación horaria; cumpliendo la función de técnicos, no de ingenieros”, se difundió. Y se indicó que los alumnos de 3º y 4º año dan el perfil justo para reemplazar a los técnicos que hace más de 15 años surgían de las escuelas técnicas.
En cuanto al panorama en la ciudad de Santa Fe, los decanos de la Facultad Regional Santa Fe de la Universidad Tecnológica Nacional y de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral –ingenieros Ricardo Scholtus y Mario Schreider, respectivamente– señalaron que el panorama es similar aunque con porcentajes un poco más bajos de deserción en el primer año. En ese sentido destacaron que se desarrollaron carreras más cortas –en especial en el campo de la informática, que es el más demandado– para dar respuesta a la necesidad del mercado laboral. Sin embargo aclararon que esas iniciativas no reemplazan la necesidad de ingenieros.
Durante el encuentro de decanos también se recordaron cifras respecto a la demanda de ingenieros en el país. En ese sentido se dijo que en 2007 la cámara que nuclea a este sector empresarial de la informática comunicó a la Secretaría de Políticas Universitarias que necesitaba 2.000 profesionales de esa disciplina y que, el total de las universidades del país, estaba generando sólo 1.000. Lo mismo sucedió el año pasado cuando se requerían 3.000 y egresaba una cantidad que daba respuesta sólo al 50 por ciento de la demanda. Por último, los decanos también destacaron la importancia de actualizar constantemente la currícula en relación al mercado laboral.
El decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral (Fich UNL), ingeniero Mario Schreider, destacó que la mayor dificultad está en la difusión de las carreras en el nivel medio. Además resaltó la importancia de promover las ingenierías tanto como las carreras técnicas.
“La mayor dificultad que se está observando es el desfasaje que se produce entre el nivel de preparación de los alumnos de escuelas medias, dejando de lado las técnicas, cuando tienen que enfrentar las dificultades de una carrera de ingeniería. Tratar de articular ese pasaje entre la escuela media y la universidad fue el motivo del taller que se realizó en la Universidad Nacional de Tucumán”, dijo la autoridad de la unidad académica.
En ese sentido, el ingeniero explicó que desde la Fich se llevan adelante actividades de promoción de las ingenierías. “Estamos tratando de hacer una mayor difusión de las carreras para que haya más interés. Uno de los problemas principales es que hay un imaginario en gran parte de la juventud de que no quieren estudiar carreras de ingeniería porque son muy difíciles. O porque son muy largas y prefieren carreras cortas con salida laboral inmediata. Y esas cosas no son tan así. Ni las carreras de ingeniería son tan difíciles ni la solución a las necesidades de desarrollo estratégico de una Nación tiene que ver con carreras a corto plazo”.
Y continuó: “Un país necesita técnicos y gente de los diferentes oficios pero también requiere de ingenieros y de personas formadas con un nivel acorde a lo que los nuevos tiempos imponen. Por eso nosotros tenemos las propuestas de ingeniería como parte de una articulación necesaria con formación técnica que también ofrecemos”.
También comentó que los datos estadísticos difundidos por la Nación sobre la deserción son reales y se aproximan a los datos de la facultad, aunque las cifras de Fich son más bajas. “Hay un porcentaje de alumnos que se inscribe a las carreras y nunca va a la facultad, ni siquiera es que deserta. El porcentaje real de los que empiezan la facultad efectivamente y después abandonan es un porcentaje menor”, aclaró el decano.
Respecto de las causas, señaló: “creo que hay cierto desencanto en algunos casos. Los estudiantes tienen expectativas que no son adecuadas a la carrera que van a seguir. Muchas veces los estudiantes ingresan a una carrera sin todos los elementos. Uno se da cuenta, a veces, de que no tienen la preparación necesaria para enfrentar el desafío de la facultad”. Además, continuó el ingeniero, que los mayores niveles de aplazo en las asignaturas siempre se da en primer año y que en las materias de años superiores el porcentaje de aplazo disminuye drásticamente.
Por otro lado, dijo que “en determinadas ingenierías hay una fuerte demanda de estudiantes avanzados que, de alguna manera, suplen o llevan adelante tareas que se vinculan a desarrollos técnicos. Eso es muy notable en el área de informática. Por supuesto que uno esperaría que un país desarrolle en forma coordinada y estratégica técnicos e ingenieros. Por eso, por ejemplo, ha habido un programa de tecnicaturas en informática. Pero la necesidad de formación de técnicos no releva al país de la necesidad de formar ingenieros”.
El decano de la Facultad Regional Santa Fe de la Universidad Tecnológica Nacional (FRSF UTN), ingeniero Ricardo Scholtus, explicó a Diario UNO que la situación nacional se ve también en su unidad académica aunque el porcentaje de deserción es un poco más baja que la media nacional. El decano también destacó que uno de los desafíos que enfrentan las facultades de ingeniería se vincula a la difusión de carreras intermedias para dar respuesta a determinada demanda.
“En primer año es donde se ve la mayor deserción. No es el 60 por ciento pero se acerca al 50 por ciento. Y eso tiene causas varias”, explicó el ingeniero y continuó: “Nosotros tratamos de mejorar esa situación a través de la articulación con diferentes escuelas medias y cursos de capacitación para los docentes de escuelas técnicas. También tratamos de interesar a los alumnos que empiezan con actividades más allá de las netamente áulicas y apoyarlos con becas. En general, después de que pasa el primer año la gente adquiere hábitos de estudios distintos y mejora su capacidad de continuar en la universidad”.
En cuanto al fenómeno de que la gente antes de terminar es tentada para empezar a trabajar, indicó: “Ahí hay mecanismos, como las pasantías, con los que podemos ayudar a los estudiantes. Sin embargo, es verdad que a veces necesitan trabajar y son captados por las empresas”. En ese sentido explicó que gran parte del alumnado no es de la ciudad de Santa Fe y, por lo tanto, los costos para mantenerse en la universidad se hacen, a veces, difíciles de sobrellevar.
“Nosotros tenemos una facultad que tiene bastante prestigio en la región. Entonces hay un porcentaje importante de estudiantes que es de Santa Fe y la región y después tenés gente que viene desde Usuhaia o desde el norte”, dijo el decano y siguió: “Hay mucha gente que elige la facultad porque tiene conocimiento de las acreditaciones y la formación. Por lo tanto instalarse acá significa un costo importante y requiere ver cómo se puede asumir. Pero además saben que hay que hacer un esfuerzo muy grande para obtener el título en nuestra facultad”. Scholtus destacó la importancia de seguir incentivando la formación de ingenieros para aportar al desarrollo de la Nación.
Fuente: Diario Uno – Santa Fe


