Con las manos vacías. Así quedó la colombiana Ingrid Betancourt, quien había convocado este viernes a la prensa en caso de resultar la ganadora del Nobel de la Paz.
Los medios fueron convocados en el hotel de lujo Meurice para el caso de que la ex rehén de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) fuese distinguida con el galardón.
Pero no había solo micrófonos listos. Según reportes, había sido distribuida ya la declaración de prensa, con un embargo que fue ignorado por los medios galos.
"El Comité Nobel envió con la entrega del premio a Ingrid Betancourt un fuerte mensaje a los secuestradores que juegan de forma impune con la libertad de otras personas", afirma el llamativo texto del comité de apoyo a Betancourt.
Desde su liberación en julio tras seis años de secuestro por parte de las FARC, Betancourt recibió ya la Legión de Honor de Francia, y fue nombrada "Mujer del Año 2008" por la organización World Awards.
La ex candidata presidencial descarta continuar con su carrera política en Colombia por el momento porque se sigue sintiendo amenazada por las Farc. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se había comprometido de forma intensa con su liberación, que finalmente ocurrió sin intervención de Francia.


