Las fiestas de fin de año no llegan solas. Casi siempre lo hacen de la mano de la pirotecnia ilegal. Tal es así que en diversos operativos montados por personal de la Guardia Urbana Municipal (GUM) se interceptó en los ingresos a la ciudad autos que se dirigían a Rosario con productos explosivos en el baúl.

La situación se repite todos los años de cara a la Nochebuena y al Fin de Año. En el afán por conseguir fuegos artificiales, cañitas voladoras, cohetes, triangulitos y rompeportones los rosarinos recorren las localidades vecinas donde la venta de pirotecnia –a diferencia de Rosario– es legal.

Consultado por Radio 2, Claudio Canalis, el director de la GUM, manifestó que “no sólo se están controlando vehículos sino que también habrá operativos en la zona céntrica para requisar negocios y vendedores ambulantes para certificar que sólo estén vendiendo los artículos permitidos”.

Los productos que se ponen a la venta en las localidades donde está legalizada la pirotecnia –Alvear, Capitán Bermúdez, Granadero Baigorria, entre otros– tienen que cumplir en una primera instancia con la habilitación municipal y si la cantidad de bultos supera los diez tienen que contar con las normas del Renar o de Fabricaciones Militares.

Según fuentes de la Brigada de Investigaciones, que trabajaron en allanamientos en esas ciudades cercanas a Rosario, “es preciso que los locales tomen precauciones como tener matafuego, arena, no contar con combustibles y tener el espacio necesario para la distribución de los explosivos”.

Sin embargo, cruzando el límite de esas localidades en dirección a Rosario tener esa pirotecnia encima es totalmente ilegal y el municipio no extiende ningún tipo de habilitación para portarla.

Entre los explosivos cuya circulación está directamente prohibida están: los rompeportones de cualquier tipo y tamaño (por el riesgo de explosión en masa), las cañitas voladoras, bombas de estruendo, los buscapies (por su trayectoria incierta), los tumberos, los conocidos como los tres tiros (utilizados en la cancha) y los villeros.

En la ciudad, sólo es legal la venta de pirotecnia sin mecha, es decir, que sólo se permiten las estrellitas, los fosforitos y las cebollitas (que se hacen picar en el suelo para que estallen).

Hasta ahora en vehículos que pretendían ingresar pirotecnia a Rosario se secuestraron elementos con importantes cargas de explosivos y según las condiciones de su manipulación altamente riesgosos. "Lo más alarmante es la importante circulación de bombas de estruendo, artículos idénticos a los que originaron las llamas en el techo de la Facultad de Derecho", señaló Canalis.

También están prohibidos los productos que no tengan identificación de su procedencia (fabricante, importador, número de registro), los que sean de fabricación clandestina y los que poseen sustancias prohibidas combinadas en la composición química de la mezcla pírica con otras sustancias.

Por lo tanto, aquellos que no puedan resignar las luces destellantes en el cielo de estas fiestas de fin de año se tendrán que conformar con las inofensivas estrellistas de colores para poder festejar dentro de los marcos de la ley.