Científicos del Imperial College de Londres han identificado el gen que controla la manera en la que el cuerpo responde a la hormona de la insulina, un descubrimiento que abre nuevas posibilidades a la lucha contra la diabetes.

Identificar esta variación, subrayaron los investigadores al hacer públicos hoy sus resultados en la edición online de la revista científica "Nature", permitirá encontrar nuevos y más eficaces tratamientos farmacológicos contra la diabetes.

La insulina controla la manera en que las células absorben la glucosa de la sangre y la utilizan para generar energía, pero en el caso de la diabetes tipo 2, aunque el páncreas sigue produciendo esta hormona, no funciona de la manera adecuada.

La variación del citado gen, el primero relacionado con la resistencia a la insulina, fue encontrado después de que los científicos estudiaran el ADN de más de 14.000 personas.

Identificaron miles de variaciones en el código genético asociado con la enfermedad y fueron descartándolas hasta que dieron con la que prevalecía en el proceso de resistencia a la insulina. Esta variación era la que afectaba a un gen llamado "receptor de insulina sustrato 1", o IRS1, alterando la cantidad de proteína que generaba, y que consecuentemente provocaba la enfermedad.

El profesor Philippe Froguel, uno de los investigadores del Imperial College de Londres, afirmó: "estamos muy ilusionados con estos resultados. Se trata de la primera evidencia genética de que un defecto en la manera en la que la insulina actúa en los músculos puede influir en que se padezca diabetes".

"Los tejidos musculares necesitan producir más energía empleando glucosa que otros tejidos. Pensamos que desarrollando un tratamiento para la diabetes que mejore la manera en la que la insulina funciona en los músculos podrá ser de gran ayuda para las personas que padecen la diabetes tipo 2", explicó el profesor Froguel.

Según Froguel, otra de las conclusiones de este estudio es que frente a la práctica actual de combinar el uso de diversos fármacos para controlar esta enfermedad, "ahora se podrán desarrollar tratamientos más directos y con un objetivo más claro".

Fuente: EFE