Investigadores de la Universidad de Michigan analizaron muestras representativas a nivel nacional de encuestas de más de 1,700 adultos mayores de 25 años a los que se les preguntó por su salud física y mental, así como por las emociones que albergaban en torno a la seguridad de su trab ajo.

Los que dijeron que temían perder su puesto de trabajo en ambos puntos del estudio informaron sobre un peor estado de salud y más síntomas de depresión que los que habían sido despedidos algún tiempo después de la primera entrevista pero que habían encontrado un trabajo cuando se realizó la segunda.

Los que tenían “inseguridad laboral crónica” eran más propensos a informar sobre un estado de salud deficiente que los que fumaban o eran hipertensos, de acuerdo con los resultados de un grupo, según el informe que aparece en la edición de septiembre de Social Science & Medicine.

"El efecto negativo de la inseguridad continua era más significativo que el desempleo en sí", dijo la autora del estudio Sarah Burgard, profesora asistente de investigación en el Instituto de investigación social de la facultad. "El punto destacado es que estas personas habían conseguido un empleo cuando se realizó la segunda entrevista".

Los que seguían desempleados no se incluyeron en el análisis, Una buena parte de la investigación analizó el estrés de estar desempleado, apuntó Burgard, pero es poco lo que se conoce sobre los efectos de la incertidumbre laboral continua, un asunto al que se enfrentan muchos trabajadores debido a los cambios bruscos del mercado laboral hoy día y a la prolongación de la recesión económica.

Con los despidos incontrolados y los cambios estructurales en muchas industrias, las expectativas de un empleo de por vida son cada vez más pequeñas. Todo esto trae consigo un aumento en las preocupaciones por la seguridad laboral, dijo Burgard.

Alrededor del 18 por ciento dijo que se sentían inseguros por su trabajo en cierto grado. Cerca del cinco por ciento de los participantes de la primera encuesta y el tres por ciento de la segunda informaron sobre ansiedad a largo plazo.

"De ninguna manera estoy tratando de restar importancia a la pérdida de empleos", dijo Burgard. "Pero la anticipación negativa de un evento puede ser más estresante que el evento en sí. Las personas sienten que tienen la espada de Damocles sobre su cabeza, sin poder ejercer ningún control sobre la situación".

"Parte del problema es la sensación de impotencia", dijo Burgard. "Tomar acción, hasta donde sea posible, puede ayudar a la gente a sentir que tienen al menos algún control sobre una situación realmente difícil".

El doctor Norman Sussman, jefe interino del departamento de psiquiatría del Centro Médico Langone de Nueva York, dijo que es importante tomar en cuenta que existen diferencias individuales en lo bien que las personas lidian con la inseguridad laboral y la pérdida de su trabajo.

Para los que son más propensos a preocuparse o a sentirse incómodos con la ambigüedad, las preocupaciones podrían ser muy estresantes y conducir al insomnio, dolores de cabeza, alteración intestinal y presión arterial alta, dijo. Otros son capaces de soportar con éxito una crisis con pocos efectos negativos de salud. El por qué algunos salen adelante sin dificultad y otros no aún no está claro, agregó.

"La ansiedad enfermiza consiste en preocuparse por algo que pueda que ocurra o no, y vivir pendiente de los problemas del mañana", dijo Sussman.

Fuente: Health Day