El trabajo lo han realizado investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, y el Hospital Pediátrico de Boston, todas estas instituciones en Estados Unidos.

Cuando un paciente tiene diabetes tipo 1, su cuerpo no produce suficiente insulina, una hormona que transporta la glucosa, o azúcar en sangre, del torrente sanguíneo a las células del cuerpo. Esto puede tener bastantes efectos negativos sobre la salud.

En la actualidad, los diabéticos deben realizarse análisis de sangre con frecuencia para vigilar sus niveles de azúcar en sangre e inyectarse insulina según sea necesario para asegurar que sus niveles de azúcar estén dentro del rango de valores adecuado. Sin embargo, estas inyecciones son molestas y a veces dolorosas, y además puede ser difícil determinar la dosis exacta de insulina a inyectar. Administrar demasiada insulina o menos de la necesaria presenta riesgos para la salud.

La nueva nanorred inyectable, desarrollada por el equipo del doctor Zhen Gu, es un sistema "inteligente" compuesto por una mezcla que contiene nanopartículas con un núcleo sólido de insulina, y sustancias especiales, incluyendo enzimas. Cuando los niveles de glucosa son altos, se desencadena en la nanorred un proceso cuyo paso final es liberar una dosis adecuada de insulina.

La nanorred se forma y mantiene su cohesión gracias a que a cada uno de esos núcleos de las nanopartículas se le aplica un recubrimiento biocompatible cuya carga es positiva o negativa.

Cuando se mezclan en una solución las nanopartículas recubiertas, los recubrimientos con carga positiva y los que tienen la negativa se atraen unos a otros, formando la nanorred. Una vez inyectada bajo la piel, la nanorred mantiene juntas a las nanopartículas y evita que se dispersen indebidamente por el cuerpo. Tanto la nanorred como los recubrimientos son porosos, lo cual permite que la sangre, y el azúcar que transporte, lleguen hasta los núcleos de las nanopartículas.

Esta tecnología crea eficazmente un sistema de "bucle cerrado" que imita la actividad del páncreas en una persona sana, liberando insulina en respuesta a los niveles elevados de glucosa. Esto tiene el potencial de mejorar la salud y la calidad de vida en los diabéticos.

Fuente: Noticias de la Ciencia y la Tecnología