La preocupación más común a la hora de llevar a un bebé a la guardería es si esta situación lo expone a mayores amenazas para la salud. Un estudio afirma que aunque los niños que van a la guardería desde bebés tienden a padecer algún problema respiratorio como asma o alergias en los dos primeros meses, esta situación va cambiando a medida que cumplen años y no supone problemas posteriores para la salud.

La investigación, que presume ser el primer trabajo en analizar este tema, también desmiente la creencia generalizada de que los niños que acuden muy pronto a estos centros tienen menos posibilidades de sufrir asma y alergias más adelante.

"No hemos encontrado ninguna evidencia de que acudir temprano a la guardería tenga un efecto protector en el desarrollo de síntomas asmáticos o alérgicos. Pero tampoco es perjudicial", señala Johan de Jongste, profesor de la Universidad Erasmus en Holanda y uno de los autores del estudio.

Los investigadores estudiaron a 3.963 recién nacidos y los siguieron durante ocho años. Los padres rellenaron cuestionarios durante el embarazo, a los tres y a los 12 meses y después de forma anual. Los pequeños se dividieron entre aquellos que iban a la guardería antes de cumplir los dos años, quienes la empezaban entre los dos y los cuatro años y los que no iban nunca.

Gracias a este seguimiento, comprobaron que los niños que antes acudían al jardín de infancia tenían dos veces más posibilidades de padecer alguna dificultad al respirar durante el primer año de vida que aquellos que no iban a centros infantiles. Sin embargo, con cuatro o cinco años la tendencia se invierte y los menores que antes se iniciaron en la guardería tenían menos problemas respiratorios que quienes fueron más tarde o nunca. Y, cuando cumplen ocho años, la situación se iguala y todos sufren los mismos trastornos y tienen las mismas probabilidades de ser asmáticos o alérgicos.

Otro de los datos que destaca el estudio es que el riesgo de sufrir algún episodio en el que la respiración no es normal se multiplica por cuatro si el niño tiene hermanos mayores. Esto ocurre en los primeros 12 meses de vida. "Esta asociación se explica por el hecho de que los chicos que tienen hermanos están más expuestos a infecciones, ya que los mayores pueden contagiarse un resfrío en el colegio y llevarlo a casa. El estrecho contacto entre los niños bajo el mismo techo pone las cosas muy fáciles para que las infecciones se transmitan", explica Daan Caudri, del departamento de pediatría e infecciones respiratorias de la Universidad Erasmus y primer firmante del trabajo.

Aunque hay muchas creencias y falsos mitos sobre las ventajas o los riesgos de acudir pronto a estos centros infantiles, "nuestro trabajo demuestra con claridad que el asma ni se puede prevenir ni reducir mediante una asistencia temprana a la guardería", concluye Jongste.

"Por primera vez hemos demostrado que acudir pronto al jardín de infancia no se puede recomendar como una estrategia para evitar problemas asmáticos posteriores", dice Caudri, quien añade que "a pesar de este hallazgo, ir a la guardería tiene otras ventajas como favorecer el desarrollo social del niño. Son los padres, por tanto, los que deben valorar todos los factores y decidir lo que quieren para sus hijos", indica.

Fuente: El mundo