El ministro de Defensa, Amir Peretz, advirtió este domingo en la reunión semanal del Consejo de Ministros que las Fuerzas Armadas deben prepararse "para una segunda vuelta" contra la milicia de Hezbolá.

Según informaron fuentes del Gobierno de ese país, Peretz, líder del Partido Laborista, subrayó igualmente que Israel debe permitir el despliegue del Ejército libanés en el sur de ese país, a lo largo de la frontera, pero sólo si sus efectivos son acompañados por una fuerza multinacional.

Después de lograr un alto el fuego entre las dos partes, la ONU se comprometió a cooperar con el Ejército de Beirut para ejercer su soberanía en el sur, en lugar de los milicianos de Hezbolá, para lo cual decidió aumentar de 2.000 a 15.000 sus efectivos en la frontera entre Líbano e Israel, una meta cuya concreción parece aún lejana.

Una fuerza de la ONU, en opinión de Peretz, es la que puede garantizar que se infiltren miembros de la guerrilla entre los soldados del Ejército regular del Líbano.
 
Resultado de guerra

El comandante de las Fuerzas Armadas de Israel, general Dan Halutz, afirmó a los ministros de Estado que en la guerra con Hezbolá "ganamos por puntos, si no por K.O.".

La oposición parlamentaria recordó al general que todavía no se ha recuperado a los dos soldados israelíes capturados por milicianos, detonante de las hostilidades cuyo cese se acordó hace menos de una semana, después de 33 días, con la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU.

Asimismo, legisladores de la derecha nacionalista indicaron que los milicianos siguen manteniendo arsenales de cohetes y misiles, de los que han disparado casi 4.000 contra la población en el norte de Israel.

Halutz, fuertemente criticado por su actuación al frente de las Fuerzas Armadas durante los enfrentamientos, prometió a los ministros que todas las quejas y protestas, en especial de los reservistas, serán atendidas, pues "no tenemos nada que ocultar".

En alusión a la comisión que ha designado el ministro Peretz para estudiar el comportamiento de las Fuerzas Armadas, Halutz dijo que será investigado "hasta el último soldado", incluido él mismo.

La comisión, que celebró su primera reunión este domingo, tendrá tres semanas para presentar su informe -que no incluirá la actuación personal de miembros del Gobierno- y sus conclusiones.

Ataque en tregua

La mayoría de los miembros del Gobierno que preside Ehud Olmert también justificaron la operación de la Unidad de Observación del Estado Mayor, en la madrugada del sábado, en las inmediaciones de la ciudad de Baalbek, en Líbano oriental, "para impedir el traspaso de armas" a Hezbolá.

La mayoría de los ministros destacaron, en contra de la opinión del Gobierno libanés y del secretario general de la ONU, Kofi Annan, que la operación no fue una violación del alto el fuego por parte de Israel.

Los reclamos de Líbano contra Israel "son absurdos", según el ministro de Comunicaciones, Meir Shitrit. "Dicen que no tienen intenciones de desarmar a Hezbolá, que aceptan que la milicia oculte sus armas y no impiden que siga recibiéndolas...¿qué debemos hacer nosotros, cerrar los ojos?", se preguntó.

Fuente: EFE