El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró este domingo que la pena de muerte "nunca formó parte" de su campaña electoral. Agregó que es un "asunto cerrado" porque la Constitución Nacional la prohíbe.

“Además de tratarse de una cláusula pétrea (imposible de modificar) de la Constitución, nunca formó parte de mi campaña; asunto cerrado antes de que se convierta en el revuelo” del día, dijo Bolsonaro en sus cuentas en redes sociales.

La posibilidad de instaurar la pena de muerte para castigar determinados delitos fue mencionada por el diputado federal reelecto Eduardo Bolsonaro, hijo de quien asumirá la presidencia el 1 de enero próximo.

En una entrevista publicada por el diario O Globo, Bolsonaro hijo postuló la pena de muerte “para traficantes de drogas, tal como ocurre en Indonesia, y para autores de crímenes atroces”.

“Sé que es una cláusula pétrea de la Constitución” pero “sin embargo, existen excepciones” y “una es para el desertor en caso de guerra”, dijo el diputado, y se preguntó: “¿Por qué no colocar otra excepción para crímenes atroces?”