Las ventas de vehículos en Japón cayeron sólo un 9,1 por ciento en 2009 gracias a que la industria del motor moderó su crisis desde agosto por las ayudas gubernamentales, informó este miércoles la Asociación de Distribuidores de Vehículos nipona.

El sector espera una recuperación en este nuevo año gracias al empuje de los eficientes híbridos, después de que el número de vehículos vendidos durante 2009 se situara en 2,92 millones, la primera caída por debajo de la marca de los tres millones desde hace 38 años.

La inclusión de los minivehículos, con motores por debajo de los 660 cc y que representan una parte importante del parqué automovilístico del Japón, situó el tamaño del tercer mercado mundial del motor (por detrás de China y EE.UU.) en los 4,6 millones, el primer dato que cae por debajo de los cinco millones desde 1978.

La contracción del mercado japonés de vehículos fue menor a la que esperaba el sector como consecuencia de la crisis económica global, que se agravó en el último trimestre de 2008 y hundió el consumo en la segunda economía mundial.

Las ayudas y los descuentos del Gobierno nipón a la compra de vehículos más eficientes y de menor tamaño han hecho que desde el verano los datos de ventas se recuperen progresivamente y que las expectativas para 2010 hayan aumentado un 4,1 por ciento anual hasta los 4,8 millones de unidades.

Con el objetivo de cimentar la recuperación del motor japonés, el Ejecutivo decidió recientemente prorrogar los descuentos y las deducciones a la compra de vehículos otros seis meses, frente al plazo inicial fijado en marzo, fin del actual año fiscal.

Gracias a las políticas públicas, los fabricantes japoneses mejoraron sus expectativas de ingresos, ventas y producción a lo largo del año.

Unos consumidores animados por descuentos de hasta 250.000 yenes (1.800 euros) por la sustitución de un viejo vehículo y exenciones de impuesto en motorizaciones menos contaminantes han conseguido sostener un mercado que ha perdido el brío de los años 80 y 90.

Una población más envejecida y la densidad de habitantes, que impide que los precios de aparcamientos y peajes compitan con el transporte público, han reducido la importancia de Japón en el mercado mundial, mientras China, Brasil y la India se ponen a la cabeza.

No obstante, en la segunda mitad de 2009 los concesionarios japoneses mejoraron las ventas de coches híbridos, eléctricos, gas natural y algunos diesel, que se beneficiaron de la exención de impuestos y de una guerra de precios y tecnología que ha contribuido a lo modernización del sofisticado parque nipón.

El éxito de ventas del año fue la última generación del Toyota Prius, que con ayudas y descuentos puede bajar en Japón de los 18.000 euros en la gama básica, muy por debajo de los precios en Europa.

Este modelo híbrido llegó en mayo y en pocos meses se convirtió en el coche más vendido de Japón, desbancando al Honda Insight, que con una tecnología similar se había adelantado a sus competidores y había copado el mercado.

La carrera por conseguir entrar en la cartera de vehículos elegibles para los descuentos ha favorecido la compra de los vehículos de pequeño tamaño como en Honda Fit, el Suzuki Swift o los modelos de Diahatsu (filial de Toyota) y Mitsubishi.

Los principales fabricantes de automóviles japoneses han dominado las ventas de turismos en Japón gracias a tecnologías verdes y el apoyo del Gobierno, lo que en el futuro podría hacer más viable los planes de Nissan o Mitsubishi para que el tráfico de las ciudades esté protagonizado por los coches eléctricos.