La Dirección del Parque Nacional del archipiélago ecuatoriano de Galápagos descartó la formación de embriones en cinco huevos, que se presumía había fertilizado "El solitario Jorge", una tortuga macho gigante única de su especie.

Tras cumplir un periodo de incubación artificial de 120 días, los huevos depositados por la hembra conocida como "Número 107" y que forma parte del harén de "Jorge", no presentaron indicios de embriones, lo que hace decaer la esperanza de descendencia para el mítico quelonio.

El Parque Nacional Galápagos (PNG) había recogido en julio pasado los huevos de "Número 107", encontrados en el corral donde habita "Jorge" con dos tortugas de una especie muy parecida a la suya.

Esos cinco huevos habían sido colocados a una temperatura de 29,5 grados centígrados en las incubadoras del Centro de Reproducción y Crianza en Cautiverio del Parque Nacional Galápagos, para intentar obtener crías de tortugas hembras.

El Centro se ubica en la isla Santa Cruz, el hábitat en los últimos años de "Jorge", el último espécimen puro de la especie (Geochelone abingdoni), mientras que las dos hembras con las que comparte el corral y que han depositado huevos, "Número 106" y "Número 107", corresponden a la especie "Geochelone becky".

"Jorge", además de su gran tamaño, se distingue por una pronunciación ondulada de su coraza en la parte de la cabeza, un tocado que en el caso de las hembras no es tan vistoso.

Un comunicado del PNG advierte, además, de que otros seis huevos, correspondiente a otra nidada de "Número 106", ocurrida en agosto, aún cumplen con el proceso de incubación y de observación por parte de los científicos, aunque muestran una disminución en el peso, lo que aumenta la posibilidad de infertilidad.

"Habrá que esperar que se completen los 120 días para conocer los resultados definitivos", precisa el informe del PNG, aunque los especialistas no abrigan mayores esperanzas.

"Jorge", también conocido "George", vive en cautiverio desde 1972 en el Centro de Reproducción y Crianza de Tortugas, en compañía de varias hembras de otra especie a las que había rechazado durante más de 35 años.

El archipiélago de Galápagos debe su nombre a las grandes tortugas que la habitan y sus reservas terrestre y marina contienen una rica biodiversidad, considerada como un laboratorio natural, que permitió al científico británico Charles Darwin desarrollar su teoría sobre la evolución y selección natural de las especies.

Las Islas Galápagos se encuentran en el océano Pacífico a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador.

Fuente: EFE