Por Matías Manna (*)

Muchas veces en economía, a la hora de ajustes, se utiliza la aplicación práctica de la “filosofía del corsé” al déficit público: “Si a una señora le preguntan en una corsetería, si está cómoda dentro del modelo que le dan, rápidamente le aconsejan una talla menos”. Así, recortan presupuesto pensando más en probadores temporarios que en modelos de desarrollo.

No salimos de lo absurdo si llevamos la filosofía del corsé al fútbol, sobre todo a la B Nacional. Muchos entrenadores parecen encorsetar a sus jugadores en esquemas rígidos. Casi todos hacen lo mismo: doble línea de cuatro y dos delanteros que juegan bien separados de sus compañeros. Con el paso de los partidos y si aprendieron la lección táctica, recién ahí, los dejan más “sueltos” sobre la cancha.

Ante tanta rigurosidad, vale la pena prestar atención al primer tiempo de Rosario Central frente a Nueva Chicago. Como nunca en el torneo, los mediocampistas canallas intercambiaron posiciones y sorprendieron al rival. Si hacemos un seguimiento individual, nos encontraremos con las diagonales y el aprovechamiento del espacio de Diego Lagos. En una divisional donde el volante externo derecho espera enfrentar en todo el partido a un zurdo que vaya por su “carril”, los movimientos de Lagos son aires huracanados que no se pueden enmarcar en ningún corsé. Vean como surgió el primer gol de Central: de izquierda al centro y en busca de la espalda del “doble 5” rival. Fabrica su espacio y el equipo lo encuentra ante un rival que persigue hombre a hombre.

“Efectivamente, un equipo que defiende hombre a hombre o individualmente estará desequilibrado posicionalmente (¡desorganizado!) en el momento en el que recupera la posesión del balón, contexto que no favorecerá la transición defensa-ataque (¡difícilmente ésta será rápida y segura!), con todas las consecuencias negativas que de ahí pueden surgir". [1]

El primer tiempo de Lagos fue muy bueno (ver video) y en ese período Central construyó doce aproximaciones de gol (todavía no es un orquesta pero ya termina varias estrofas con ritmo propio). Los rivales al fijar tanto sus marcas y separar once partidos distintos dentro de un partido entero, sufrirán si Lagos sigue haciendo lo mismo. Sufrirán también con el jugador canalla favorito de esta sección: Nery Domínguez. Como suponíamos, sus pases y su interpretación del juego hicieron correr al “doble 5” rival. Central pone sólo un 5 y gracias a Domínguez le alcanza y le sobra.


Tal vez sea bueno no jugar todos los partidos de la misma manera. Ahora confiado, Central tiene variantes para variar sus ataques en relación al déficit del próximo rival. Los equipos contrarios, rara vez saldrán del corsé que impone el tradicional 4-4-2. Si el canalla logra crear espacios mediante sus constantes movimientos, el equipo contrario se desordenará y quedará sin referencias. Perdido. Como cuando un tumulto de gente colma una esquina de la peatonal y uno no sabe como iniciar el siguiente paso.


Entre tanto movimiento, sirve un argumento del rosarino Santiago Solari (aunque identificado con otros colores) para culminar dialogando sobre el rol del entrenador ante tanto corsés tácticos: “Como juego colectivo que basa buena parte de sus posibilidades de éxito en la precisión y el engranaje del conjunto, en el fútbol es impensable despreciar la jerarquización de la autoridad, pero no podemos olvidar que la creatividad y la imaginación necesitan espacio para tomar vuelo. La mágica labor de los grandes entrenadores es cuando, en ese brebaje, logran conjugar todos los pequeños ingredientes para que armonicen”. [2]


Artículos anteriores de Juego de posición:

Nery Domínguez, la piedra angular para el ataque de Central

Pautas para armonizar la orquesta canalla


Citas


[1] LILLO, Juan Manuel (2004), en “Defensa en zona en el fútbol”, Portugal.


[2] SOLARI, Santiago (2011), “Sobre ideas y métodos” artículo publicado en el periódico El País. España.




(*) Matías Manna (@matiasmanna) es autor del libro Paradigma Guardiola (Ara Llibres), creador del blog que lleva el mismo nombre. Entrenador de fútbol profesional y asesor e integrante de cuerpos técnicos de nivel internacional, nacional y regional. Egresado de la carrera de Posgrado Comunicación Digital Interactiva (Universidad Nacional de Rosario) – Licenciado en Periodismo (UNR). Docente universitario. @ParadigmaPep