Matías Manna (*)

Central incorpora un jugador cada tres partidos. En la temporada 2010-2011 trajo 17 jugadores, en la 2011-2012  12 y para el actual torneo ya lleva 10 refuerzos (puede incorporar alguno más a partir de diciembre). En total, 39 nuevos jugadores en 114 partidos, que se completarán al cierre del actual torneo. [1]


Trasladen el modelo a cualquier empresa. Cada tres semanas, un nuevo empleado. Y casi siempre el nuevo reemplaza a uno anterior. Imposible para captar y para exhibir una idea a largo plazo. Ahora salgamos del absurdo porque el mercado de pases de la B Nacional sólo se abre antes del inicio y a mediados del torneo y, también, porque Rosario Central no es una empresa, es un club con colores e historia de Primera. Tiene absolutamente todo de primera división, menos sus decisiones.

Central se encuentra en la vereda de lo descartable, de lo pasajero, recicla con ilusión pero agota su paciencia enseguida y no tiene una estructura que enlace decisiones que, luego, indudablemente repercuten en el juego. El último campeón en primera división, Arsenal, repite entrenador, metodología de entrenamiento y perfiles de jugadores a incorporar desde hace más de cinco años. All Boys lo hace desde que estaba en la B y ahora ahí anda sin pensar en la tabla de descensos desde hace tiempo. Muchos se enmarcan en la onda de Central pero otros, a través de sus decisiones, están en la vereda de enfrente y sacan diferencia.


En relación a lo compra de jugadores, el Sevilla español es un ejemplo a nivel mundial. Desde una oficina integrada por diez personas observan todas las ligas del mundo, las dividen en categorías A, B Y C, durante los primeros meses miran todos los partidos posibles por video y luego realizan seguimientos individualizados sobre los jugadores elegidos y los siguen en todos los partidos que jueguen con presencia en la cancha. Finalmente, esa oficina le presenta al entrenador de turno, tres jugadores posibles para incorporar según el puesto que haya solicitado. Así, compraron antes que nadie a Dani Alves, cerraron el fichaje del goleador Kanouté (luego de 2 años de seguimiento), el del chileno Gary Medel y estuvieron a cinco horas de arrebatarle al Arsenal inglés el fichaje del holandés Van Persie (hoy revendido al Manchester United).


Trasladen el modelo a cualquier empresa. Mínima inversión, trabajo a largo plazo y recompensación por logros deportivos y futuras ventas (ejemplo: a Dani Alves, fichado por el Sevilla desde Brasil, lo terminó comprando el poderoso Barcelona superando 250% su inversión). Mientras unos directivos se pelean, se pintan la cara con los colores del club, ayudan a colgar banderas, otros imitan buenas decisiones. El coordinador del fútbol del Colo Colo de Chile, Juan Gutierrez, acaba de anunciar que su club tendrá una oficina “similar” a la del Sevilla para futuras incorporaciones.


El pasado fin de semana, Rosario Central igualó frente a Almirante Brown. En el equipo contrario ya no estaba ese diez que deslumbró a algunos en la temporada anterior cuando el canalla perdió frente a Almirante por 2 a 1 (2 de abril de 2012, con Juan Pizzi como DT). Ese diez era José Luis “Pipi” García. Lo pueden observar en el video, figura de la cancha.





Quizás por esa actuación, alguien habrá pensado en él como refuerzo para este torneo. Pero el pasado sábado, Pipi ni integró el banco de suplentes de Rosario Central. Desde que es jugador canalla no completó un partido los 90 minutos (sólo tuvo tres encuentros como titular), casi siempre fue suplente ingresando a pocos minutos del final como “manotazo de ahogado”. Uno de los refuerzos de este torneo, ya anunció que se quiere ir tras tres meses en Rosario.


Muchas de las incorporaciones que se realizaron durante los últimos años fueron delanteros (Medina, Toledo, Biglieri, Charles Monsalvo, Carioca Velázquez, Salinas, Castillejos, Monje, Bracamonte, Lagos, entre otros) pero si juegan en el contexto que plantearon en el último partido Casteglione, Valentini y, por momentos, Pepino, mal andan. Ni el mejor Kempes podría jugar así. “Palla lunga e pedalare”, gritan en Italia. Y en Central, el pelotazo desde el fondo fue la decisión seleccionada para jugarle a Almirante Brown. Pum y que se arreglen los de arriba. En lugar de contarle los minutos sin gol a Toledo y a absolutamente a todos los últimos 9 que tuvo Rosario Central, deberíamos contar los pelotazos que les llegan desde el fondo. Por una vez más, estas decisiones destruyen las intenciones de Central.

[1]  Estadísticas e información brindadas por el periodista Ramiro Superti.

[2]  Conferencia de Ramón Rodríguez Vermejo “Planificación deportiva: El modelo del Sevilla“ en Revista Fútbol-Táctico (España, octubre 2011).

Disección del video: Diego Navone y Mauro Calandria.

 

 

Artículos anteriores de “Juego de posición” sobre Rosario Central:

 

Caminos adversos en busca de un estilo propio

 

Nery Domínguez, la piedra angular para el ataque de Central

 

Pautas para armonizar la orquesta canalla

 

Central y sus movimientos para desorientar a la defensa rival

 

 

(*) Matías Manna (@matiasmanna) es autor del libro Paradigma Guardiola (Ara Llibres), creador del blog que lleva el mismo nombre. Entrenador de fútbol profesional y asesor e integrante de cuerpos técnicos de nivel internacional, nacional y regional. Egresado de la carrera de Posgrado Comunicación Digital Interactiva (Universidad Nacional de Rosario) – Licenciado en Periodismo (UNR). Docente universitario. Gestor de @ParadigmaPep, medio de comunicación rosarino con más seguidores en Twitter.