En el año de los mundiales, llegó el turno del voley. Tras las derrotas en fútbol y básquet, el seleccionado argentino carga sin quererlo y, quizás injustamente, con la responsabilidad de darle una alegría a los hinchas del país. Claro que esta vez Argentina no es favorita, y que la expectativa no es la misma que con otros deportes, pero la selección buscará ir trazando su rumbo en el torneo de Japón. El debut es este viernes, desde las 3 de la madrugada argentina, contra Puerto Rico.

El elenco de Jon Uriarte afrontará el campeonato tras superar una convulsionada etapa deportiva e institucional desde el certamen ecuménico de 2002.

La expectativa argentina es ubicarse entre los ocho primeros equipos de la clasificación final, objetivo que perseguirá con un plantel liderado por el experimentado atacante Marcos Milinkovic, acompañado por un grupo renovado de jugadores.

El debut del seleccionado será en Saitama, contra un rival que en ninguna hipótesis representa un riesgo para el equipo nacional.

Argentina abordará el Mundial luego de un breve ciclo al mando del entrenador Jon Uriarte (asumió en diciembre de 2005), que tuvo que reordenar el escenario del voleibol argentino tras el período conducido por Fabián Armoa (2003-2005).

En los cuatro años transcurridos desde el Mundial 2002 (donde Argentina obtuvo el sexto puesto), el vóleibol vernáculo sufrió una severa crisis institucional (derivada de un feroz conflicto entre la federación local y la internacional) que afectó la continuidad de trabajo del seleccionado.

En poco tiempo y con el Mundial en el horizonte, Uriate, figura de indiscutido prestigio, comandó una reorganización del trabajo del seleccionado, impulsó una importante renovación y convenció a los jugadores más experimentados de volver al equipo.

Argentina integra el Grupo A del campeonato Mundial, con sede en Saitama. Tras enfrentar a Puerto Rico, el equipo se medirá, en forma sucesiva, con Polonia (sábado), China (domingo), Japón (martes) y Egipto (miércoles).

Los cuatro primeros de la zona accederán a la segunda fase y, en esa búsqueda, cobrará importancia la cantidad triunfos ya que las unidades se arrastrarán a la segunda rueda, instancia en la que se presume que Argentina se cruzará con dos potencias, Rusia y Serbia y Montenegro.

Entre las mujeres manda Rusia

El seleccionado femenino de vóleibol de Rusia se consagró este jueves campeón de la Copa del Mundo, que se realizó en Japón, al vencer a Brasil por 3-2 en una emocionante final.

Tras 110 minutos, Rusia le ganó a Brasil (que no perdía hace 18 meses) por 25-15, 23-25, 18-25, 25-20 y 15-13. Las brasileñas desperdiciaron una histórica chance en el quinto set cuando vencían por 13-11, pero las rusas ganaron cuatro puntos consecutivos y se consagraron reinas del mundo.

El tercer puesto quedó para Serbia-Montenegro, que derrotó por 3-0 a las ya ex campeonas mundiales de Italia, por 25-22, 25-22 y 25-21 en 77 minutos.